Enfrentemos la corrupción

Existen gobernantes que han vuelto de la corrupción y de la violación sistemática de la ley, una forma de gobierno

México es el país de la impunidad y uno de los países más corruptos del mundo. Nadie puede negar que la corrupción sea uno de los principales problemas del país, que afecta prácticamente a todas las instituciones públicas del Estado, incluso a las encargadas de procurar e impartir justicia.


En muchos estados hay exgobernadores del PRI y del PAN que están prófugos por haberse robado el dinero de la gente y haber cometido diversos delitos, y otros que tienen cuentas pendientes con la justicia; además existen gobernantes que han vuelto de la corrupción y de la violación sistemática de la ley, una forma de gobierno.
En nuestro estado, hay ejemplos importantes que son reflejo de lo que se vive a nivel nacional: El caso del  ex presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Jalisco, Luis Carlos Vega Pámanes, quien fue inculpado por violar la ley y favorecer intereses privados, así como el magistrado del Tribunal Administrativo del Estado, Alberto Barba, que durante años ha favorecido desarrollos inmobiliarios fuera de la ley, contra el orden y el interés público de Guadalajara.

Por eso, Jalisco ha puesto el ejemplo a nivel nacional en combate a la corrupción: fue el primer estado en eliminar el fuero, lo que significa un avance importante contra la corrupción, ahora ningún magistrado o político está por encima de la ley, aunque todavía faltan muchos pasos que dar, y sobre todo que los ciudadanos se involucren en vigilar la labor de sus gobernantes.

Hablar de corrupción, también es hablar de lo que hacen o dejan de hacer los ciudadanos en su vida cotidiana y en su relación con las instituciones. Gracias a mi trabajo, me toca recorrer todos los días las calles de Guadalajara, donde siempre me encuentro con ciudadanos que violan la ley y los reglamentos municipales con total normalidad, desde los automovilistas que invaden las banquetas y afectan el paso de los peatones, los empresarios que superan los niveles del ruido o no están en regla, hasta los ciudadanos que recurren a coyotes para que les faciliten un trámite. Esto puede deberse, en parte, a una falta de cultura ciudadana y, por otro lado, a la omisión y pasividad de los Gobiernos para hacer cumplir la ley.

Tenemos que entender, que existen leyes y reglamentos que debemos cumplir para poder convivir en la ciudad de manera respetuosa, así como dejar de cometer los vicios y malas prácticas que aunque por pequeños que parezcan reproducen la corrupción en nuestra vida cotidiana y que nos afectan a todos; no debemos dejar de presionar a nuestros gobernantes y a las instituciones públicas para que rindan cuentas y sean transparentes, también es importante que los ciudadanos tomen conciencia y dejen de votar por los partidos políticos que han corrompido a las instituciones, y que una y otra vez han traicionado la confianza de la gente.

Finalmente, considero que para sacar adelante a este país y a nuestra ciudad,  no basta con lo que haga el gobierno y los políticos, los ciudadanos junto con los gobiernos e instituciones tenemos una tarea compartida: luchar contra la corrupción.


David Núñez, estudiante de Ciencia Política. Participa en Movimiento Ciudadano desde 2015.