#NiUnaMenos

la familia como pilar del desarrollo social, todos, desde el hogar, podemos fomentar la igualdad de género

En casa de mis padres, las decisiones se tomaban bajo consenso. Alrededor del comedor nos sentábamos los 10 hijos, cinco hombres y cinco mujeres, para argumentar y resolver la situación que atañía a la familia. Con mi madre y mi padre era casi igual: tomaba la decisión el que tenía mayor experiencia en el tema, pero uno no decidía sin el consentimiento del otro.
En ese entorno pasé mi niñez y juventud. Puedo decir, afirmar, que en la casa materna no viví discriminación ni desigualdad. Los valores que mis padres inculcaron en todos sus hijos e hijas, fueron determinantes para que los 10 viviéramos en cordialidad.
Siempre he creído que la familia es un pilar fundamental para la formación del ciudadano. La lucha por la igualdad de derechos, y más aún, la Alerta de Violencia de Género que se activó en ocho municipios de la Zona Metropolitana de Guadalajara, no tendría que existir si en las familias se inculcaran los valores fundamentales de respeto a la persona.
La violencia hacia la mujer no se limita a los ocho municipios que emitieron la Alerta de Violencia de Género, entre ellos Guadalajara, Tlajomulco y Tonalá, existe en los municipios del interior de Jalisco, y este panorama es un reflejo de lo que ocurre en todo el País. La falta de políticas públicas y la cultura machista, anacrónica y absurda a nuestros tiempos, propician que una mujer sea agredida.
Mi madre fue una mujer de hogar que jugó un papel importante en el desarrollo de sus 10 hijos. Ella fue determinante para mi educación, mi vida profesional y mi vida política, siempre me aconsejó ser productivo para la sociedad, ser un hombre correcto: trabajo con equidad, promuevo el respeto y diálogo.
Es clave la participación de la mujer en la vida pública, política y empresarial. Las mujeres como funcionarias públicas, o como administradoras, son las más honestas y cuidadosas para el uso de los recursos. En la equidad, el hombre y la mujer se complementan, como en un matrimonio que se forja en el respeto.
A mi esposa la conocí hace 25 años. Es una mujer inteligente que ha sabido desarrollar en el papel de madre y de empresaria; ella fue educada dentro del mismo patrón como fui educado yo, con valores y principios. Ahora esos valores trascienden a mi hija e hijo. Y volvemos a lo mismo: la familia como pilar del desarrollo social, todos, desde el hogar, podemos fomentar la igualdad de género.
Durante muchos años estuvo oprimida la opinión de la mujer, afortunadamente se está equilibrando: por ley debe haber 50 por ciento de diputados y de diputadas, en las planillas de regidores también. Ahora hay una iniciativa que firmé en el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana del Estado de Jalisco, para que se establezca que 50 por ciento de candidatos a presidencia municipal, sea mujeres.
La mujer como el hombre debe luchar por el respeto a los derechos humanos. Ni más ni menos para ellas y ellos. Desde esta trinchera hacemos nuestra parte.