Los Reyes de Cajititlán

En tierra de reyes los fieles no piden regalos materiales, no dejan los zapatos bajo el árbol navideño y tampoco piden deseos en cartas. Su fervor se manifiesta en las largas peregrinaciones ya sea de rodillas o bailando

A 40 minutos de la capital de Jalisco, podemos encontrar una tradición llena de fe y devoción, que reúne a más de medio millón de creyentes: los Santos Reyes en Cajititlán, en Tlajo.
La Fiesta de los Santos Reyes, que se realiza desde el 28 de diciembre hasta el 7 de enero en la delegación de  Cajititlán, en Tlajomulco de Zúñiga,  es un encuentro de fe y devoción, pero también es una aproximación con nuestras raíces culturales.
Esta festividad, la segunda más importante que se realiza en el mundo para venerar a los Santos Reyes, se remite a épocas prehispánicas, cuando los antiguos habitantes de esta ribera se reunían para adorar a la deidad Machis, que según se dice vivía en el fondo de esta laguna.
Desde una canoa adornada, los indígenas arrojaban ofrendas justo en medio de la laguna, y  a cambio, la diosa les concedería un buen temporal por el resto del año para la pesca.
Con la llegada de las órdenes franciscanas, se comenzó a difundir la imagen de los Reyes Magos. Pero fue hasta 1578, cuando Fray Alonso Ponce, supervisor de los trabajos de evangelización en la zona, se dio cuenta de la devoción que los indígenas tenían por estos personajes, durante la representación de la pastorela.
Inmediatamente el fraile ordenó inmortalizar en madera de mezquite las imágenes de los santos, dando inicio así a una festividad de más de 400 años de antigüedad.
Actualmente estas estatuillas tienen su hogar en la Parroquia de los Santos Reyes, que fue erigida en su honor en 1770, donde hoy son veneradas.
No obstante estas figuras que son símbolo de gran devoción tuvieron un accidente el 6 de enero de 1905, cuando un incendio en la parroquia las dañó. En ese momento el párroco responsable de su protección y restauración aprovechó esta situación para cambiarlas por unas nuevas y esconder las viejas.
Pudo ser una coincidencia o un milagro, pero en 1932 una plaga de hormigas en este recinto fue la causante de su descubrimiento bajo tierra. De esta manera los Reyes volvieron a su lugar y con ello creció aún más la fe de los pobladores.
Una tradición de milagros
En tierra de reyes los fieles no piden regalos materiales, no dejan los zapatos bajo el árbol navideño y tampoco piden deseos en cartas. Su fervor se manifiesta en las largas peregrinaciones ya sea de rodillas o bailando.
Aquí las familias piden milagros y agradecen a Melchor, Gaspar y Baltazar todas sus bendiciones, poniéndose bajo el divino manto de sus capas reales.
Durante estos días sus figuras hacen su recorrido por tierra y por agua, llenando de música y mucho color todo este amplio territorio.
En este evento es común la participación de todos los miembro de la familia, desde quienes adornan con alfalfa el suelo como alfombra y hasta quienes madrugan para ofrecer pan y café a los peregrinos que llegan para recibir las bendiciones de los santos Reyes Magos.
Día de Reyes
La tradición católica adoptó el 6 de enero como la celebración de la epifanía de los Reyes Magos, sin embargo, aquí el día más importante de esta celebración es el 7 de enero, cuando cada rincón de esta localidad se adapta para recibir a un mayor número de peregrinos que en otros días.
Se puede encontrar de todo, niños vestidos con los trajes típicos de los reyes, danzantes con máscaras y cascabeles, juegos mecánicos, castillos y pirotecnia, además de una gran variedad de platillos típicos de la región, como las gorditas hechas a la leña que invitan a más de uno a romper la dieta.
Otro momento muy importante es el recorrido que hacen en la laguna las estatuillas y que simboliza el origen de esta larga tradición, que sirve según los creyentes para el inicio de un buen temporal para la pesca y el turismo.
Prueba de fe y unión
Más allá de ser un evento social que reúne una gran cantidad de fieles, existen los testimonios de quienes aseguran haber recibido ayuda divina y hasta milagros por parte de los Reyes Magos. Son esas historias las que han hecho perdurar esta tradición de generación en generación.
Este evento representa una parte ejemplar para las familias que viven en Cajititlán y sus alrededores. Para ellos, esta tradición es vista como una gran dicha que viven y disfrutan cada año, comenta Denisse Corona, Jefe de Turismo y Promoción de las Tradiciones del H. Ayuntamiento de Tlajomulco de Zúñiga.
Así, cada año esta experiencia mágica reúne todos estos elementos, que renuevan la fe y despiertan la esperanza de quienes ven en esta festividad una oportunidad de disfrutar la hermandad y la unión de toda una comunidad.
Invitamos a que asistan y disfruten en compañía su familia una gran tradición que es patrimonio cultural de Tlajomulco. Sigue estas recomendaciones:
Lleva tenis o calzado cómodo
Usa gorra o sombrero para cubrirte del sol, así como bloqueador para la piel
Lleva contigo una botella de agua para hidratación
Mantén cerca de ti a los niños que te acompañen
Mantén tu dinero en sitios seguros
Sigue las instrucciones de organizadores del evento y protección civil