#SalvemosTaretan

Taretan es un balneario natural que se alimenta de los veneros de la zona norte de Atotonilco el Alto, este hermoso lugar se ha preservado desde la fundación prehispánica en 1430, por parte del cazonci Tangáxoan, en la expansión del Imperio Michoacano.
Es aquí donde inicia la historia de Atotonilco el Alto o mejor conocido por los purépechas como Atl-Tekuilli-Ko, que se traduce como “lugar de agua caliente”.
El balneario no sólo es un lugar de reunión para las familias, también es un sitio donde la historia se recrea, en el que los años no pasan y puedes, quizá si lo piensas bastante, sentir que el agua que emana también sana tus males, como narra la tradición oral de la princesa Tzitzintli.
Hoy la contaminación es una realidad incomoda para Atotonilco, y Taretan se ha visto afectado: es evidente la devastación de la vegetación que rodea el balneario natural y sus aguas están sucias.
La contaminación del balneario es una responsabilidad compartida que todo ciudadano con amor por su tierra, debe atender, ya que este manantial es la principal fuente de agua potable para el municipio.
En Atotonilco son más de veinte mil habitantes los que dependemos del vital líquido.
En la comunidad del Ojo de Agua de Morán se localizan dos plantas de tratamiento artesanales que hoy son disfuncionales. Éstas, en 13 segundos arrojan 19 litros de aguas negras, que al cruzar por todos los humedales y conjuntarse con los veneros de agua clara, llegan al manantial.
Esta problemática fue detectada hace 15 años por el ciudadano Antonio Arias Diosdado, quien lleva más de 10 años de lucha para proteger este bello lugar. Hoy, su labor por Taretan es respaldada por ciudadanos de la región y regidores del municipio.