De tour por cantinas

El Gobierno de Guadalajara ofrece recorridos gratuitos por las Cantinas Tradicionales de la Ciudad: todos los jueves por la tarde parten desde la Plaza Guadalajara

Llegó la primavera a Guadalajara con sabor a tequila y a limón. A las 17 horas en la Plaza Guadalajara, se reúnen personas bajo la sombra de uno de sus árboles; entre sonrisas y expectación llega el mariachi. Las guías de la dirección de Turismo del Gobierno tapatío dan la bienvenida al tour de Cantinas Tradicionales: este jueves visitarán La Alemana, Lido y La Occidental. El grupo camina despacio, canta junto con el mariachi las canciones de siempre y olvidan los 35 grados de temperatura y el smog de la ciudad: la primera parada es en La Alemana, el primer restaurante bar de Guadalajara que abrió sus puertas en 1893, y en sus 123 años ha servido sus tradicionales chabelas a toda clase de clientes, desde famosos como María Félix hasta el hijo de cualquier provinciano o foráneo.
“Me encanta La Alemana, hay veces que voy solo y estoy ahí, echándome una chabela, un tequilita y una torta ahogada, me trae muchos recuerdos, desde 1977. Yo voy a las cantinas a olvidar penas pero también a celebrar que me pasó algo bonito, y si es sobre amor, mejor”, expresa Cornelio García, artista y cronista. Desde el siglo 19, las cantinas se convirtieron en un espacio para “casi” todos, en donde compartían mesa políticos, obreros, empresarios y empleados, pero nunca mujeres: fue hasta 1983 que se permitió la entrada a ellas, pese al reclamo de los dueños y los parroquianos.

En este tour, hay mujeres y hombres por igual. Después de un tequila y tres canciones coreadas, se invita a la siguiente parada, sólo hay que cruzar la calle Colón y en la esquina con Miguel Blanco se encuentran con un bonito y conservado edificio: es el Lido, con sus equipales verdes y su rocola, con sus fotografías del actor nortemaricano James Dean y de edificios antiguos de Guadalajara. En línea con la barra del bar corre una canaleta que recuerda aquellos tiempos en los que los hombres podían, entre trago y trago, escupir tabaco y orinar ahí. Todo esto cambiaría con la llegada de las mujeres, con ellas llegaron también los baños, la limpieza y el cuidado del lenguaje en estos lugares.
La última parada llega unas calles abajo, en Nueva Galicia casi esquina con Cristóbal Colón. La Occidental, con sus azules y bien pintados muros nos muestra que las cantinas han ido cambiando, adaptándose a la ciudad y a sus clientes. “Cuando abrió sus puertas y ventanas, hace menos de tres años, lo hizo bajo el polvo viejo de la historia y la tradición. Conectar a La Occidental con esta histórica zona ha sido uno de los objetivos: hacer posible respirar entre sus muros algo de tradición e historia”, dice Álvaro Dorantes, dueño de esta cantina. En las cantinas no sólo se habla de amor o desamor, de fútbol o de la crisis. La historia de México ha estado presente en las cantinas. Cuentan que, en tiempos de la Revolución, en medio del licor, de la música, la botana y el humo del cigarro se planearon luchas y batallas, estrategias políticas y asesinatos. Importantes textos históricos y periodísticos se escribieron o inspiraron en una cantina. Quizá, en las cantinas ya no se fragua una revolución, pero la gente que las visita encuentra en ellas lo que busca: un rato de soledad o de compañía, una buena botana y la bebida que la acompañe.
Tómalo en cuenta
-El tour de cantinas tradicionales de Guadalajara se lleva a cabo todos los jueves.
-Hay que registrarse a las 16:30 horas y el recorrido inicia a las 17:00.
-Recomendamos llegar a tiempo y con zapatos cómodos ya que los recorridos se hacen caminando.