Aida Araceli Aramburo Osuna, la clave es la perseverancia

Con más de 35 años de trayectoria, Aida ha sido pionera al defender, impulsar y promover la lengua de señas dentro y fuera de México.

En la búsqueda de mejores oportunidades para su hija que nació con sordera, los papás de Araceli Aramburo Osuna decidieron migrar a Jalisco. Desde chica demostró una gran inquietud por incluirse en la sociedad y por defender el derecho a su lengua materna, la lengua de señas mexicana (LSM). 

Orgullosamente, ha sido pionera a nivel nacional e internacional del respeto a las lenguas maternas, lo que la ha llevado a participar en la primera institución de comunicación humana (CAM 7), en el año de 1975, y ser cofundadora de la Asociación Deportiva, Cultural y Recreativa Silente de Jalisco en 1981.

En el 2005, fue representante nacional en el Congreso de la Unión, en la creación del reconocimiento oficial de la lengua de señas mexicana. Además asistió al máximo evento en la historia mundial para el reconocimiento de la dignidad, respeto y derechos del sector con discapacidad en la Organización Mundial de las Naciones Unidas (ONU), como representante mexicana de la Federación de Sordos de México A. C. (Femesor). Como parte de la World Federation for the Deaf (WFD), participó en la ratificación de la Convención Internacional de los Derechos Humanos de las Personas con Discapacidad y su protocolo facultativo en la ciudad de Nueva York en el 2007.

Una trayectoria de entrega, amor y compromiso

Araceli siempre se ha distinguido por su entrega, amor y compromiso hacia el resto de las personas sordas, por lo que durante más de 35 años de trayectoria ha podido encabezar distintos foros, capacitaciones, ponencias, entrevistas, proyectos y programas tanto en el área pública como privada, señalando que “35 años de trabajo los he desempeñado con amor, perseverancia y tenacidad”.

Actualmente pertenece a la asociación de la Red de Sordos Señantes y Modelos Lingüísticos, la cual promueve la traducción e interpretación de la lengua de señas mexicana (LSM), la defensa y respeto lingüístico de los sordos.

Esta incansable activista, además de tener una impecable trayectoria, también ha podido formar una hermosa familia en la cual tanto su esposo como sus dos hijos también tienen discapacidad auditiva, demostrando de esta manera que la motivación por alcanzar las metas es posible si somos perseverantes, que no existen los pequeños esfuerzos y que el camino se va haciendo conforme vamos avanzando.

Nada de las personas con discapacidad sin las personas con discapacidad, hasta que la inclusión se haga costumbre.


Mariana Ron,
secretaria de Derechos Humanos.