Para el presidente, las reglas del INE son claras y democráticas solo cuando se aplican a otros partidos, no cuando le tocan al suyo
Para el presidente Andrés Manuel López Obrador el Instituto Nacional Electoral (INE) jugó sucio al cancelar 49 candidaturas a Morena, entre ellas, la de Félix Salgado Macedonio al gobierno de Guerrero y de Raúl Morón al de Michoacán, por incumplir la Ley al no reportar al organismo los gastos de sus precampañas.
AMLO llamó al INE “supremo poder conservador”, que decide quién es candidato y quién no. “Antes no era así. A lo mejor ya cambiaron las leyes o antes no se aplicaban y ahora sí se aplican”, dijo en su conferencia de prensa matutina.
En realidad, el Consejo General del INE sometió a análisis y votación los informes de fiscalización de gastos de precampaña; de hecho, encontraron diversas irregularidades y omisiones por parte de todos los partidos políticos y de varios aspirantes independientes, pero, al cancelar candidaturas a su partido Morena e imponerle multas por seis millones 714 mil 893.30 pesos, como procedía ante los incumplimientos de sus militantes en sus reportes de gastos de precampaña, para el presidente se trata de una injusticia.
López Obrador aseguró que, a pesar de ser presidente, no se quedará callado porque “eso para mí es un atentado a la democracia, así de claro, es juego sucio. Es antidemocrático". Pero no es de extrañar, porque para él, las reglas del INE son claras y democráticas solo cuando se aplican a otros partidos, no cuando le tocan al suyo, aunque el incumplimiento en los informes de gastos de precampaña, es decir, la opacidad, le haya costado a Morena dos candidaturas a gobernador, 25 a diputados federales, seis a diputados locales, 12 a presidentes municipales y cuatro a alcaldías de la CDMX.
No es una situación menor la fiscalización de gastos de precampañas y campañas. Costó muchos años de camino en la democracia mexicana lograr una vigilancia que garantizara al electorado, en la mayor medida posible, candidaturas que no debieran favores económicos o donde hubiera dinero del crimen organizado.
Tan es importante, que entre esas candidaturas está la de Félix Salgado Macedonio a la gubernatura de Guerrero, que Morena sostuvo a pesar del repudio y críticas por las acusaciones de violencia y abuso sexual que pesaban sobre él. Las autoridades electorales no consideraron procedente la impugnación hecha a esta candidatura por dichas acusaciones, pero, como le sucedió a Al Capone, quien fue arrestado por evasión fiscal y no por mafioso, a Salgado Macedonio lo tumbó la evasión de su informe de gastos de precampaña.
Mientras tanto, López Obrador, más enojado por la cancelación de la candidatura de Félix Salgado, que por las restantes 48 y la multa a que le impusieron a Morena, recurre al pasado, como lo hace siempre, arremete contra el INE y recuerda que él mismo fue “víctima de esas maniobras porque me intentaron desaforar cuando fui Jefe de Gobierno porque no querían que apareciera yo en la boleta como candidato a la Presidencia en el 2006”.
Dice que serán las autoridades correspondientes las que decidan finalmente lo que sucederá con las candidaturas para el proceso electoral de este año, pero no se quedará callado y no va a aceptar “que de arriba, por intereses cupulares, por intereses de mafias, por los intereses de la maliantada de los malandros de cuello blanco, se pisotee la democracia. Puede ser que no coincidamos, pero yo siempre digo lo que pienso”. Menos mal que ya no las puede llamar “las mafias del poder”, no tiene ese pretexto. Ahora López Obrador está en el poder, el de “arriba” es él, los “intereses cupulares” le corresponderían a él. Sus juegos de palabras lo están traicionando.
