Ampliación de mandato de Zaldívar, estragos de la pesadilla

Será la Suprema Corte la encargada de decidir si la Constitución está o no encima de las ocurrencias de AMLO

Después de las elecciones del domingo –inmediatamente después-, el Diario Oficial de la Federación (DOF) publicó la reforma al Poder Judicial que, entre otras cosas, amplía el período de mandato de 4 a 6 años para el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Fernando Zaldívar Lelo de Larrea.

Lo anterior, de acuerdo al artículo transitorio 13 que señala: “La persona que a su entrada en vigor ocupe la Presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura Federal durará en ese encargo hasta el 30 de noviembre de 2024”.

El decreto de reforma a la Ley Orgánica del Poder Judicial incrementa, también, el período de los miembros del Consejo de la Judicatura Federal que pasa de 5 a 7 años. Es decir, quien se nombró por el Pleno de la Corte el 1 de diciembre de 2016, concluirá su encargo el 30 de noviembre de 2023, en tanto que quien se nombró el 24 de febrero de 2029, concluirá el 23 de febrero de 2026.

El consejero nombrado por el Ejecutivo federal el 18 de noviembre de 2019, concluirá el 17 de noviembre de 2026 y las consejeras designadas por el Senado el 20 de noviembre de 2019, concluirán su encargo el 19 de noviembre de 2026, y finalmente, el consejero designado por el Pleno de La Corte, el 1 de diciembre de 2019 durará en funciones hasta el 30 de noviembre de 2026.

En dicho decreto se menciona que la finalidad de la ampliación del mandato es implementar la reforma constitucional al Poder Judicial de la Federación publicada el 11 de marzo de 2021 en el DOF, así como las leyes reglamentarias.

La polémica reforma de que se hace mención, promovida por el presidente Andrés Manuel López Obrador, fue aprobada por la Cámara de Diputados el 22 de abril. Es a partir del 8 de junio de 2021 que entra en vigor esta reforma reprobada y criticada por juristas, legisladores y distintos actores políticos, por la inconstitucionalidad de la ampliación del periodo de Zaldívar.

AMLO la defendió (¿o se defendió?) señalando que la ampliación era necesaria porque Zaldívar es el único Ministro capaz de llevar a buen puerto la reforma judicial.

Zaldívar Lelo de la Rea, por su parte, publicó en sus redes que ejercería el cargo de presidente de la SCJN y del CJF por el periodo para el que fue electo “y estaré a la determinación de la SCJN respecto del precepto en cuestión. Reitero que seguiré cumpliendo con mi compromiso con la justicia que he defendido durante toda mi trayectoria”, dijo.

En su momento, especialistas y juristas advirtieron que esta ampliación de mandato además de anticonstitucional, abriría la puerta para la reelección, por un lado, porque cualquier otro funcionario, incluido el presidente de la República, podría utilizar un transitorio para pasar por encima de la ley y buscar su ampliación de mandato y por otro, para lograrlo necesitaría un Poder Judicial a modo.

Estas reformas se aprobaron en la actual legislatura, esta de mayoría calificada dispuesta a convertir en órdenes los deseos de su líder López Obrador. La oposición anunció que impugnaría y como es de esperar, será la Suprema Corte la encargada de decidir si la Constitución está o no encima de las ocurrencias de AMLO.

El ejercicio democrático de las elecciones de este domingo trae muchas lecturas, quizá la más importante es la capacidad ciudadana de poner freno a la falta de contrapesos en la Cámara de Diputados. Bien por la importancia de haber acotado el camino absolutista, claramente marcado por el mandatario federal. El decreto publicado hoy, en el Diario Oficial de la Federación, es un claro recordatorio de lo que podría seguir pasando si la decisión ciudadana no hubiera sido la defensa de la democracia, sus instituciones y separación de poderes que tanto han costado a este país.