Reto, encontrar puentes entre política y sociedad

Clemente Castañeda pudo dedicarse a las artes escénicas, a la música o la literatura, incluso al futbol, pero encontró su causa en la política, luego del fraude electoral de 1988 del PRI contra el Cuauhtémoc Cárdenas.


Su primer acercamiento con la política fue natural. En casa de sus padres siempre se habló de los temas públicos y cada noticia emitida por el noticiario de Jacobo Zabludovsky era cuestionada. Nunca faltó el debate en su hogar.


A sus 45 años de edad, Castañeda es coordinador de los Diputados Ciudadanos en el Congreso de la Unión, fracción que renunció a bonos navideños, seguros de vida y gastos médicos; grupo que con base a su plataforma electoral, busca eliminar los privilegios a los políticos, parar el despilfarro y fortalecer la protección de las minorías.

¿Cómo describes a la familia en la que creciste?


La familia de mis padres es muy integrada, solidaria y alegre. Mi padre es filósofo, mi madre contador público, y siempre fue una familia al pendiente de lo que sucedía con sus hijos y también por el entorno en que vivimos. Para mí fue el lugar donde empecé a hacer política, en el buen sentido del término, y a preocuparme por la discusión pública; y otra parte fue la veta artística frustrada en mi vida.


Mi madre y una parte de la familia de mi padre se dedicaron a la actuación. Yo hice teatro en mi infancia, fue unan carrera que empecé y terminé joven, a los 4 años de edad y a los 12 cambié de escenario.


¿Si no te hubieras dedicado a la política, hubiera sido al teatro?


Seguramente en alguna disciplina artística. Inicié en teatro y luego quise ser músico, estuve en la Escuela de Música de la UdeG, pero no duré mucho porque eran tiempos de juventud donde la disciplina no era lo mío, pero sí tengo gusto por las artes, la literatura, teatro y soy amante de la música.


Dime una novela que te marcó…


En la literatura hay muchas obras que me han marcado. De manera reciente tuve oportunidad de leer El Hombre que Amaba los Perros, de Leonardo Padura, que hace una recapitulación importante sobre lo que sucede en Cuba y en movimientos revolucionarios en el mundo; del asesino Trotski, de León Trotski mismo, es una novela que tiene una gran enseñanza de vida y que refleja la situación tan complicada que vivió un hombre como Trotski, incomprendido, soñador y víctima de sus causas.

¿Cómo te divertías de niño?


Soy futbolista frustrado, así como soy músico y literato frustrado, espero no serlo en la política donde estoy tratando de hacer mi mejor papel. Yo jugaba futbol todo el día.


¿Hay un momento en tu vida donde decidiste dedicarte a la política?


Para mí el momento político más importante que me inspiró para tratar hacer política e involucrarme en los temas públicos fue la elección del 88, el famoso fraude ‘patriótico’ contra el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas. El País que tenemos no se puede explicar sin lo que sucede en 1988.


¿Qué te inspira y qué te motiva?


Me inspira mucho mis hijos. Uno no entiende cómo modifican la percepción de vida los hijos, hasta que los tiene. Pensar en mis hijos, en el futuro, su futuro, en el tipo de país que queremos dejar, de sociedad y comunidad, nos animan y guían todos los días.


¿Quién es tu mejor ejemplo de vida?


Admiro a distintas personas en sus propios ámbitos, pero no tengo un ejemplo de vida. Me guían principios que he adquirido y aprendido a valorar a lo largo de mi vida, uno de los principios centrales de mi vida es la solidaridad, es algo que muchas veces perdemos de vista quienes vivimos en una sociedad cada vez más individualizada. La solidaridad es un elemento que podría ayudar mucho a la generación de comunidad.


¿Qué valoras de una persona?


La franqueza y la honestidad de las personas. Valoro que hablen de frente, sean directas y que sean consecuentes, para mí eso es algo fundamental. Trato de inculcarlo con mis hijos, decir las cosas por su nombre, sin tapujos, sin censura.


¿Cuáles son los principales ejes de trabajo de la bancada de Movimiento Ciudadano en el Congreso federal?

Uno de los más importantes, (y que es parte de nuestra plataforma electoral), es terminar con los privilegios de los políticos, si logramos reducir los privilegios, vamos a mandar una señal correcta a la gente, es una demanda histórica, sentida, que ofende todos los días a la actividad pública.


Por otro lado, (también como parte de nuestra plataforma  electoral), hay una agenda relacionada con parar el despilfarro, la manera en que se gasta el dinero público es ofensiva, se gasta en muchas cosas inservibles y termina disponiendo dinero de la gente para hacer acciones de gobierno que reditúan poco a la gente. Otro de los ejes importantes tiene que ver con la protección de las minorías, hemos tomado la agenda de los derechos humanos con mucha fuerza.


¿Cómo ves la política que se hace en el país?


La política que se hace en México es una política que no ha logrado entender que parte del reto colectivo es parte de recobrar la credibilidad. La política en México tiene que coexistir con la organización y empuje de una sociedad civil más informada y participativa, en este momento, lo que caracteriza la política, es un divorcio entre clase política y ciudadanos. El gran reto es encontrar esos puentes.


¿Cuál es tu filosofía de vida?


Tengo aspiraciones bastante modestas, creo que ser feliz es algo que no tiene precio, por ser feliz pienso en la vida cotidiana, las cosas que te regala la naturaleza, en estar con mi familia, con mis hijos, leer un buen libro, escuchar música, apreciar lo que se tiene muchas veces en la mano. Sería muy feliz viviendo en la playa, viendo el atardecer, a mis hijos correr y nadar, y eventualmente a mis nietos.


¿Qué deseas para México?

Que salga del letargo en que está, que la sociedad y la dinámica social se imponga sobre quienes no quieren que el país avance. Espero que México sea un país donde las oportunidades existan para todos, donde el gobierno haga su trabajo, un país con justicia, condiciones de equidad, que la gran riqueza del país se distribuya de manera más equitativa.

Clemente Castañeda es esposo de Verónica Gutiérrez y tiene dos hijos. La franqueza y la honestidad, son de las personas. Valoro que hablen de frente, sean directas y que sean consecuentes, para mí eso es algo fundamental. Trato de inculcarlo con mis hijos