Limpian arroyo

Se trata de generar conciencia nueva, cambiar nuestros paradigmas. Es una forma de ciudadanizar la política, la política como la búsqueda del bien común

Los ciudadanos de Tlaquepaque que pagaron el impuesto predial, eligieron que el recurso se utilice para rehabilitar el canal Río Grande.


Alejandro Alvarado Tlaquepaque, Jalisco El olor a aguas negras es abrumador. Y a escasos tres metros de distancia juegan dos niños, escarban y hacen pequeñas montañas de tierra. “Espérese a mediodía, cuando el calor sube, el olor es mayor. Y en temporada de lluvias, las aguas se desbordan”, dice la madre de los pequeños, la señora Maira Ruiz.
El canal del arroyo conocido como Río Grande, nace en lo alto del Cerro del Cuatro, pasa por debajo de las vías del tren y desciende entre cientos de casas irregulares que se edificaron sin ningún concepto urbanístico y de ingeniería. Conforme bajan las aguas, arrastra bolsas con basura, escombro, muebles, animales muertos y hasta autopartes… en ese trayecto, están conectados los hogares de la colonia Guadalupe Ejidal para verter sus aguas negras a cielo abierto.


La contaminación que alcanza las colonias de El Vergel, El Vergelito, La Romita, El Refugio, Artesanos, Hacienda Vista Hermosa y Ojo de Agua, es un problema que arrastra Tlaquepaque desde hace décadas, y conforme crece la urbe, se multiplica el problema ecológico. En el primer ejercicio de Presupuesto Participativo que lanzó el Gobierno de Tlaquepaque, presidido por María Elena Limón, se propuso a la ciudadanía obras de pavimentación, drenaje, alumbrado y rehabilitación de plazas, pero la obra que ganó en la boleta de votación a la que se hacían acreedores los ciudadanos luego de pagar su predial, fue el saneamiento del canal.


La intervención que costará cerca de 30 millones de pesos, contempla el saneamiento de las aguas que corren por 2,8 kilómetros del canal, la construcción de un nuevo colector, la colocación de cuatro puentes peatonales seguros junto con un kilómetro de parques lineales que buscan que la comunidad se los apropie y los cuide, expresa el arquitecto Juan Antonio Naranjo, director de Espacio Público del Municipio. “Ahorita, el canal tiene un ancho libre, ya se estudió la sección hidráulica, dejaremos un canal revestido y rescataremos espacios residuales, hay zonas para generar espacios públicos y que la gente los agarre para su beneficio, ahí se hacen rinconadas padres, se va a hacer parques lineales de los dos lados”, dice Naranjo.

Según el estudio que realizó la dirección de Espacio Público de Tlaquepaque, el Río Grande es afectado por aportes de desechos sanitarios que provienen de la parte media del Cerro del Cuatro: primero porque el viejo colector presenta deterioro y azolve, y eso hace que se derrame las aguas negras sobre el arroyo, y segundo porque las casas irregulares de la zona conectaron su drenaje al canal. “Si se fijan, está muy sucio aquí. Cualquiera va y tira basura al canal, y aquí pasa el camión recolector de basura. Al rato que llueva se va a tapar el canal y aquí nos vamos a hundir, aquí se hace un ‘charconón’, el agua sube hasta arriba del puente”, expresa Ruiz, de la colonia El Vergel. No es broma cuando la gente advierte de las ratas y las serpientes que hay en el canal. Y sin embargo, la venta de comida se da a unos metros del Río Grande. “Aquí ya tenemos drenaje, pero muchas personas siguen echando todo, están conectados al canal. Es gente desaseada la que deja su basura ahí porque pasa el carretón de basura, es gente que se acostumbró”, María de la Luz Pacheco, también vecina de la colonia El Vergel. Con la rehabilitación del canal Río Grande, las aguas que circularán por estas colonias serán limpias, de lluvia, y el mal olor de la zona como las plagas serán eliminadas a lo largo de 2,8 kilómetros. Las obras ya iniciaron, y se estima que en noviembre concluyan.
Generar conciencia.


La intervención no termina con el saneamiento del canal, falta que los ciudadanos se apropien del espacio y lo protejan, un tema que se busca generar desde la Dirección de Participación Ciudadana de Tlaquepaque. “Se trata de generar conciencia nueva, cambiar nuestros paradigmas. Es una forma de ciudadanizar la política, la política como la búsqueda del bien común. Estamos organizando a los vecinos a través de mesas directivas”, dijo Laura Fernández Beas, directora de Participación Ciudadana. Se coordinó una asamblea vecinal en cada colonia para establecer una agenda con objetivos. A la par, se desarrollan talleres desde el Instituto de las Mujeres y el de la Juventud, así como de la dirección de Cultura y Educación, entre otros.