Trabajo, Social Democracia

Aquí en México la social democracia llegó con Juárez. Instituye de manera real el sistema republicano en nuestro país que a su vez es una inspiración de E.U. y Europa

El 30 de enero pasado se desarrolló el Foro Ciudadano sobre las Perspectivas y Retos de la Social Democracia, coordinado por el filósofo Clemente Castañeda Valencia.


Es en la social democracia donde encontraremos el camino para tener un Estado en el que impere la justicia social, la dignidad humana y la democracia, expresa, Clemente Castañeda Valencia, presidente del Consejo Consultivo Ciudadano de MC Jalisco.


La clave es la participación de la sociedad en el diseño de nación, explica el filósofo, quien atiende las preguntas de este periódico antes de iniciar el Foro Ciudadano sobre las Perspectivas y Retos de la Social Democracia.
Esta ideología en la que se fundamenta Movimiento Ciudadano, surge como alternativa al socialismo tradicional y al liberalismo puro, y propone un nuevo papel del Estado dirigido por los mismos ciudadanos y atendiendo las demandas de los mismos, añade Castañeda Valencia.


¿Cuál es el origen de esta propuesta política?


Es difícil determinar con exactitud el nacimiento de la social democracia. Esta ideología sé finca, en cuanto a su espíritu, en el socialismo. Nace ante la imposibilidad de objetivar en la experiencia, los rasgos fundamentales del socialismo marxista y ante la frustrada experiencia del socialismo en la Unión Soviética y en los países del Pacto de Varsovia.


Para superar la crisis que deja la Segunda Guerra Mundial, empieza a surgir ese movimiento en Europa, que logra su carta de ciudadanía en la década de los 70, con el canciller alemán Willy Brandt. Echan a andar este paradigma que se nutre de la tradición del espíritu y tradición del socialismo, pero también del liberalismo, producto del triunfo de la revolución burguesa de 1789 en Francia. Es decir, ahí convergen ambas visiones del mundo, o ambos proyectos. Los rasgos característicos de la Socialdemocracia están determinados por el rol que juega el Estado en los procesos de producción y en las relaciones de la sociedad y el Estado.


¿Cuál es la función del Estado en la social democracia?


El Estado se convierte en una instancia rectora de la vida económica, de la educación, la cultura, la salud, el empleo, la vivienda, etc. Es decir, el Estado es un generador de realidades que tengan como consecuencia la cohesión social; en donde el ejercicio de las libertades debe estar necesariamente garantizado, porque sin el ejercicio de las libertades no hay una participación política de la ciudadanía. Llegó un momento en el que prácticamente el Estado resolvía todos los problemas de la vida social y esto generó una crisis. Surge la necesidad de hacer una rectificación acerca del comportamiento del Estado, debe mejorar, responder a las demandas de los servicios públicos que otorga en relación con la sociedad. Debe garantizar seguridad, el libre tránsito, la inversión privada, la seguridad laboral, la movilidad universitaria, un sistema educativo a donde la sociedad en su conjunto tenga acceso y que la enseñanza privada sea solo una alternativa.


¿Qué países viven la socialdemocracia?


Alemania, Austria, Suecia, son países que tienen los mejores niveles de vida. La social democracia ha jugado un papel importante, es el elemento cualitativo que ha cambiado totalmente la relación Estado-sociedad.


¿Llegó a México la social democracia?


Aquí en México la socialdemocracia llegó con Juárez. Instituye de manera real el sistema republicano en nuestro país que a su vez es una inspiración de E.U. y Europa. Pero, la República ahora no tiene nada que ver con la realidad actual en nuestro país porque no hay equilibrio de Poderes. No es un gobierno democrático. No hay fortalecimiento de la vida educativa. Hay una crisis de todas las instancias, de todos los pilares que soportan la República.


Lo que tenemos es un desastre. Las instituciones mexicanas están totalmente pulverizadas. La división de poderes existe solo formalmente. No hay una división real. Vivimos un presidencialismo donde el Poder Legislativo y el Poder Judicial están subordinados a los intereses perversos. La pretensión fundamental del Estado es seguir manteniendo el poder a cualquier precio.