Estamos mirando y juzgando el pasado del país y nos estamos olvidando del presente
Una de las promesas que más emocionó a los seguidores del actual mandatario fue la posibilidad de llevar a juicio a los expresidentes.
La inconformidad por parte de las y los mexicanos por el mal manejo del país en las últimas décadas generaba mucha expectativa por esta iniciativa.
Un sentimiento de justicia nacía entre las y los ciudadanos que se sintieron traicionados por las distintas administraciones.
Las razones de AMLO para juzgar a los expresidentes. Vía @Proceso https://t.co/yTw1tJPkGe
— Dolia Estévez (@DoliaEstevez) June 23, 2021
Pero una de las realidades con la que nos hemos encontrado en los últimos años es que el tan ansiado juicio político se ha vuelto una pantalla de humo para distraer de los temas importantes en la actualidad del país.
En pocas palabras, circo, maroma y teatro con las llamadas encuestas ciudadanas para enjuiciar a los expresidentes.
Han pasado ya casi 3 años del inicio de su administración como presidente de la nación y el juicio parece que se quedará como una promesa de campaña más en el olvido.
El presidente Andrés Manuel López Obrador quiere dejar en manos de las y los mexicanos algo que él prometió hacer y que utilizó como bandera política durante años de campaña.
López Obrador pidió al INE que ahorre, pues no recibirá recursos adicionales para realizar la consulta sobre expresidentes impulsada por su administración.🤷🏻♂️https://t.co/pRetRwHTcL
— brozo xmiswebs (@brozoxmiswebs) June 22, 2021
¿Qué se necesita para enjuiciar a los expresidentes?
Lograr que la encuesta llegue a más de 37 millones de votantes y que todos y cada uno de ellos voten a favor. Como dato curioso, esta cantidad supera por 7 millones a los votos obtenidos por el actual presidente en 2018.
La realidad es que estamos mirando y juzgando el pasado del país y nos estamos olvidando del presente, en el cual al presidente ya se le ha relacionado con malos manejos: su imagen y la de su partido están ligadas con políticos con demandas legales, además de su pésima relación con los medios de comunicación que no están de su lado.
Por lo pronto seguiremos esperando una administración que no viva de promesas o de pelearse con quienes no le aplauden en todo momento. Mejor que tome acciones reales contra la corrupción y no solo haga humo para distraer.
