Mezcala, una isla envuelta en leyendas

La Isla es conocida por su gastronomía y su oferta turística; el caldo de bagre es uno de los platillos típicos de la zona, junto con los charales y los camarones capeados

Cuando el sol se apuesta en el horizonte al atardecer y enmarca el Lago de Chapala, la Isla de Mezcala resalta en este enigmático paisaje. Aunque es pequeña, no pasa lo mismo con las grandes historias y leyendas que se pueden contar sobre ella.

 

A este misterioso lugar también se le conoció como “El Presidio”, nombre que llevaba un calabozo que aún se puede visitar en la Isla.

 

Mezcala fue fundada en el siglo XVIII, principalmente los nahuas, quienes habitaban en aquel entonces en Jalisco. Hasta el momento, este no es un dato que esté comprobado de forma oficial, sin embargo, en este sitio han sido encontrados diferentes vestigios como: puntas de obsidiana, piezas de cerámica y ornamentos.

 

El lugar fue escenario de varias batallas. Se dice que, durante los inicios del movimiento de Independencia, la Isla de Mezcala fue el fuerte de los insurgentes. Tras escapar de la Batalla de Calderón, los soldados llegaron aquí, pero, fueron acorralados. Fue así que tomaron la decisión de protegerse, apoyados por los pobladores de Chapala; al descubrir esto, el Ejército Realista (de defensores de la monarquía) quemó todas las cosechas ubicadas alrededor del pueblo, de esta manera ganaron y concluyeron con la batalla.

 

Después de este acontecimiento entre 1817 y 1859, El Fuerte se convirtió en una prisión de ladrones de la zona de Chapala.

 

Si visitas Mezcala, aún puedes conocer este Fuerte, una construcción de piedra de estilo militar que esconde grandes leyendas detrás de sus muros. También está el Cuartel Viejo, lugar donde se fabricaban bolas de cañón para atacar a las comunidades cercanas.

 

El Calabozo es otro de los más visitados. Aquí se encerraba a los presos indígenas de la época de Independencia. Cuenta la historia que pasaban por una situación denigrante que los llevaba a la muerte por la falta de agua y comida. Se dice que al visitarlo aún puedes sentir ese escalofriante momento, sobre todo si realizas los recorridos nocturnos y en el que se platican todas las leyendas que surgieron en este lugar. Debido a las historias atemorizantes que se vivieron en El Calabozo, se dice que aún hay almas pregonando. Incluso, hay quienes aseguran que, si observas bien, en sus paredes aparecen caras demoníacas.

 

Además de sus leyendas, esta Isla es conocida por su gastronomía y su oferta turística; el caldo de bagre es uno de los platillos típicos de la zona, junto con los charales y los camarones capeados. También puedes degustar un mezcal y o un pulque, producidos de manera artesanal.

 

Así que, si deseas conocer este precioso lugar, aprovecha su cercanía con la ciudad de Guadalajara para conocerlo, seguro no te arrepentirás.

 

Para llegar a Mezcala puedes elegir un paseo en lancha, un taxi acuático o uno de los tours que salen desde el malecón de Chapala.