Crear puentes

Todavía recuerdo cuando dejamos atrás Tepatitlán, Jalisco, y emigramos a Chicago, Illinois. Era el año de 1974, íbamos los nueve hermanos y mis padres con su firme convicción de darnos una mejor vida, una que no encontramos en nuestra tierra.


Yo llegué a este país cuando tenía seis años de edad. La verdad es que no noté un cambio drástico en mi vida, pero con el tiempo me di cuenta de todos los esfuerzos que mi padre y mi madre realizaron para sacarnos adelante. Por la experiencia que tengo, puedo decir que aunque hables dos idiomas, el español y el inglés, las cosas no son fáciles.
Mi padre pasó por muchos trabajos. Un tiempo laboró en la producción de la uva; luego en la venta de autopartes usadas y después en la construcción. Gracias a Dios, por el ejemplo que tengo de mis padres -ellos que son una pareja muy unida, con una fe arraigada-, pude salir adelante.


Acá inicié como todo el mundo: quería conseguir el sueño americano, que es tener mi propio negocio y mi casa. Busqué qué negocio empezar y me involucré con la comunidad. Vendí tenis Nike y Jordan, luego botas vaqueras, chocolate y cantera que traíamos de México.  Ahora mi negocio es en tecnología.


Me involucré en la política. Primero apoyamos a algunos candidatos para que consiguieran puestos de elección popular y luego yo me preparé para ocupar un cargo público. Conseguí ser síndico del cabildo de la Secretaría de Educación Pública y después ser regidor del Ayuntamiento de Cícero, Illinois.


En el periodo 2002-2005 fui Presidente Municipal de Cícero. Fue una experiencia importante en mi vida porque me dio la oportunidad de empoderar a nuestros paisanos y abrir el paso para que otros latinos asumieran cargos en el área política y empresarial.


A todo aquel paisano que tenga necesidad económica y que se plantee emigrar a Estados Unidos, le expongo mi reflexión: hoy, todos nosotros tenemos a un familiar o a un amigo que vive en otro país, ¿por qué no, en vez de arriesgar la vida en cruzar la frontera, creamos puentes para exportar?


Se tiene que identificar una necesidad y un producto para exportar e importar. Con una docena de objetos de lo que sea, puedes ganar lo suficiente para crecer económicamente. Puntualizo, paisano, en vez de arriesgar tu vida, busca exportar o importar algún producto.


Ramiro González es un político y empresario jalisciense de 48 años de edad.