La Minerva

En una ocasión vino (el Gobernador de Jalisco) Agustín Yáñez y me dijo: ‘en mi periodo de Gobierno quiero dejar una escultura monumental en Guadalajara

La estatua de la diosa grecorromana fue erigida en un momento en el que Guadalajara se transformó y dio el paso hacia la “modernidad”; hoy, la obra es analizada por especialistas para su conservación.


El próximo 15 de septiembre cumplirá su 59 aniversario la estatua más representativa de la capital jalisciense: La Minerva. Justo ese día, la imagen de la diosa grecorromana se encontrará en medio de un delicado, pero necesario proceso de restauración para asegurar su conservación.


En ese periodo los tapatíos veremos un paisaje diferente de la Glorieta en la que confluyen arterias como avenida Vallarta, López Mateos, Golfo de Cortés, López Cotilla y Circunvalación Agustín Yáñez. En efecto, la escultura elaborada por el artista Joquín Arias, está rodeada por andamios y un equipo de especialistas que estudian los daños que tiene en su estructura.


Su elaboración: una diosa erguida en GDL


El Gobernador de Jalisco, Agustín Yáñez, no solo fue un político, por encima de todo fue un intelectual. Y la estatua de La Minerva era parte del legado que quería dejar a su natal Ciudad y Estado.


Según el escultor Joaquín Arias, fue en 1955 cuando Jaime Torres Bodet llevó al Gobernador Yáñez a su estudio, en San Luis Potosí. El Mandatario ya traía la idea en la mente, pero se decidió a encomendarle la tarea al artista, después de conocer su obra.


“En una ocasión vino Agustín Yáñez y me dijo: ‘en mi periodo de Gobierno quiero dejar una escultura monumental en Guadalajara’. Yo se la propuse de diez metros, ‘No, lo vamos a hacer más modesto. La vamos a hacer de ocho metros’. Y así la hice”, narró Arias, cuando se le entrevistó en 2007.


‘Él me decía ‘¿no le parece muy mexicano? ¿Ha visto La Minerva realmente griega?’ Y yo le dije, "pues no he querido verla. Tengo un poco más o menos la idea de cómo hacerla".  Busqué la cara de alguna gente importante de Guadalajara, sobre todo mujer, que tuviera las características jaliscienses. Y tomé fotografías de varias y entonces saqué la cara que tiene (La Minerva)”.


El crecimiento de Guadalajara hacia el poniente propició que la construcción de una glorieta en ese punto fuera apremiante. El Ayuntamiento había decidido que la mejor manera de poner fin a los problemas de congestionamiento vial, sería con una nueva glorieta.


Los presupuestos se aprobaron y el arquitecto Julio de la Peña Lomelín resultó elegido para diseñar el proyecto y llevarlo a cabo. Joaquín Arias, desde su estudio en San Luis Potosí, se encargó de realizar la escultura deseada por Yáñez. Y el costo de la obra urbana fue de 1 millón 250 mil pesos, mientras que a al autor de la estatua se le pagó con 75 mil pesos, según reportó el periódico El Informador en 1957.


Fue el 15 de septiembre de 1957 cuando se inauguró La Minerva, erguida en medio de una glorieta con una fuente, en lo que era entonces la entrada a la Ciudad. El Gobernador de Jalisco presidió la ceremonia y en la noche se trasladó con su séquito al Centro Histórico para dar el Grito de Dolores.


Símbolo tapatío
Las tiendas que venden recuerdos y souvenirs de Guadalajara, invariablemente ofrecen postales, playeras e imágenes de la Minerva.


¿Cómo se dio este proceso?

No fue fácil. Las estatuas públicas suelen imponerse a la población y esta suele tardarse en aceptarlas. Después de su inauguración, La Minerva fue muy maltratada. Aquí reproducimos uno de los textos más duros, escrito pocos meses después de haber sido inaugurada: “Si se sigue la pintura de estatuas en esta guisa, no tardará mucho el día que tengamos la “India verde” en la Minerva Autóctona”.


Un elemento que fue decisivo para que la Minerva comenzara a ser aceptada, lo tuvo el Club Deportivo Guadalajara, pues en el momento de obtener su noveno campeonato (1987), por primera vez sus aficionados se congregaron en la Glorieta para festejar. Trataron incluso de vestir la escultura con los colores del equipo, pero un grupo de antimotines lo impidió.


Hoy en día podemos decir que ha servido para mítines políticos, conciertos, festejos de los triunfos de la Selección Mexicana de Fútbol; ha sido adoptada como el sitio en el que cualquiera puede dar rienda suelta a sus aficiones más desaforadas.


La Minerva fue erigida en un momento en el que Guadalajara se transformó y dio el paso hacia la anhelada “modernidad”. Si pensamos la historia de nuestra ciudad a través de sus monumentos, no cabe ninguna duda de que La Minerva es parte fundamental de la misma.


Los daños en la escultura están en su interior y exterior. Si uno pone atención, se observan fisuras en la lanza, rodilla y torso de La Minerva.


Se estudian opciones para su restauración. Una de ellas es desmontar la escultura y repararla, y otra es trabajar en la glorieta, y sustituir las piezas dañadas del interior.


Bettina Monti Colombani es licenciada en Historia por la UdeG. Fue investigadora en la Secretaría de Cultura Jalisco y fue parte de la oficina de enlace del INBA en Jalisco para la protección del patrimonio cultural inmueble del Estado.