Las personas con discapacidad buscan vivir desde lo visible y sin ningún temor, para enfrentarse a los retos que les han impedido crecer y desarrollarse en igualdad de condiciones.
En julio se celebra el Mes del Orgullo de la Discapacidad, que tiene sus orígenes en Estados Unidos con la promulgación de la Ley para Estadounidenses con Discapacidades en 1990, la cual ampliaba la protección de los derechos civiles y aseguraba que todos los estadounidenses tuvieran las mismas posibilidades.
Esta conmemoración se hizo extensiva a nivel mundial y, actualmente, es un referente importante para manifestar que vivir con discapacidad no debe ser causa de vergüenza o minusvalía, sino que todas aquellas personas que existen con esta situación, así como sus amigos, compañeros y familiares, deben sentirse orgullosos de las importantes y valiosas aportaciones de autosuperación, valía, esfuerzo y tenacidad que, día con día, deben enfrentar al coexistir en un contexto lleno de barreras sociales, culturales y físicas.
Las personas con discapacidad, después de vivir en la sombra, ahora buscan hacerlo desde la luz, desde lo visible y sin ningún temor para enfrentarse a los retos que les impedían crecer y desarrollarse en igualdad de condiciones con el resto de las personas. Y lo hacen desde el empoderamiento e independencia personal, aun cuando socialmente se viva fuera de la norma.
Es por ello que este artículo exhorta a las personas con discapacidad a que se sientan orgullosas de su cuerpo, mente e intelecto, que disfruten cada día y no le teman a lo desconocido, que superen sus barreras y lo griten a los cuatro vientos y que no permitan que nadie les dé un “no” por respuesta.
Por otra parte, a los familiares de estas personas se les invita a que sean un aliciente y nunca dejen de impulsar todas sus metas y sueños, que brinden protección sin caer en la sobreprotección y, sobre todo, que amen y acepten a su hijo, hija, hermano, hermana o cualquier familiar discapacitado para que este alcance la felicidad que todo ser humano busca..
Mariana Ron,
secretaria de Derechos Humanos e Inclusión Social.