La mirada perdida de López-Gatell

La mirada oscura y perdida de López-Gatell es más que una metáfora, es también el reflejo de su irresponsabilidad para enfrentar una crisis sanitaria sin precedentes.

En los últimos días, una fotografía de Hugo López-Gatell ha causado revuelo en Twitter y en otras redes sociales; la imagen muestra al subsecretario de Salud con una mirada perdida que parece reflejar la confusión y el caos que caracterizó su gestión durante la pandemia. 

Para desgracia de los mexicanos, la imagen simbólica no solo representa un desafortunado momento captado por la cámara, también es un recordatorio de los numerosos errores y de las fallidas y cuestionables decisiones que han dejado un trágico legado en México. La mirada oscura y perdida de López-Gatell es más que una metáfora, es también el reflejo de su irresponsabilidad para enfrentar una crisis sanitaria sin precedentes. 

Desde el comienzo, el subsecretario se negó a tomar en serio las advertencias internacionales y minimizó la gravedad del virus al mencionar que la mayoría de los casos eran como simples catarros.

La falta de transparencia y la manipulación de datos por parte de las autoridades federales generaron una profunda desconfianza en la población que, dada la delgadez en la credibilidad de la 4T, puso en tela de juicio la información oficial proporcionada durante la pandemia. 

La manipulación de las cifras de contagios y muertes alimentaron la percepción de que las autoridades no estaban siendo completamente honestas con la ciudadanía, lo que resultó en una creciente confusión y desesperanza.

La resistencia de López-Gatell para promover el uso del cubrebocas fue un grave error. Los expertos de todo el mundo recomendaban su empleo como una medida efectiva para frenar la propagación del virus, sin embargo, el subsecretario rechazó esta idea, esparciendo así un mensaje equivocado entre las y los mexicanos, que comenzó a subestimar las medidas sanitarias.

Los costosos errores de López-Gatell

Otro punto crucial en la lista de errores de López-Gatell tuvo que ver con la falta de equipamiento para los trabajadores del sistema de salud. La ausencia del material más básico colocó a México como el país con más decesos de personal médico según los datos recopilados por Amnistía Internacional. 

El desdén con relación al equipo médico no solo tuvo alcances mortales, también fue una muestra del desprecio de la 4T hacia aquellos que arriesgaron sus vidas en aras de proteger la nuestra.

La incoherencia en las decisiones y estrategias del Gobierno federal fue la marca distintiva del manejo de la pandemia en México. Los constantes cambios y las contradicciones en las medidas de prevención crearon una sensación de incertidumbre e inestabilidad que terminaron por afectar directamente a toda la población. La falta de voluntad para llevar a cabo pruebas masivas dejó a México a ciegas ante la magnitud real del problema y dificultó el control de los brotes locales.

La mirada perdida de Hugo López-Gatell refleja las 620,000 muertes que, según la OMS, la pandemia dejó en México; en definitiva, la irresponsabilidad en el manejo de la pandemia perseguirá a Gatell toda su vida. Cada error, cada vida y cada decisión cuestionable ha dejado un rastro de dolor y muerte en el país. 

La pandemia ha sido una dura lección para todas y todos los mexicanos, es una cicatriz que nos recuerda el olor a muerte que nos arrancó a nuestros seres queridos, es el recordatorio más doloroso de que el error colectivo más grande de las y los mexicanos es el haber confiado en las palabras de Andrés Manuel López Obrador.