López Obrador admite que hay más homicidios que antes en México, pero asegura que es por herencia

Con mayo como el mes más violento en lo que va del 2023 y años previos con meses históricos en materia de delincuencia y homicidios, AMLO se justifica alegando que le dejaron una “mala herencia” de administraciones pasadas.

Durante su mañanera de este jueves, el presidente López Obrador reconoció que en su sexenio hay más homicidios que nunca antes en la historia reciente de México. Sin embargo, acusó que esto es debido a la herencia que le fue dejada por parte de administraciones anteriores:

 

“Ahora nos dicen ‘¡Qué barbaridad!, el Gobierno de ahora es el que tiene más homicidios’, Sí, pero vean cómo nos dejaron el país, porque es una mala herencia en seguridad”.

 

“Así nos dejaron salud y así nos dejaron educación. Todo el país estaba en bancarrota, el país estaba inmerso en una decadencia; ni siquiera era una crisis, es una decadencia y por eso, frente a una decadencia, lo único que debía hacerse era llevar a cabo un proceso de transformación”, explicó el presidente.

Al respecto, AMLO aseguró que fueron sus antecesores quienes crearon las bandas y grupos criminales y les permitieron consolidarse en el país.  

Cabe recordar que el pasado 25 de mayo la administración encabezada por López impuso récord con 156,136 asesinatos —y, lamentablemente, los que se sumen durante el resto de su sexenio—, superando la cantidad de homicidios cometidos en el país con Calderón (120,463) e incluso que con Peña (150,066). 

¿Recibió un país que estaba en bancarrota o no?

Ante estas declaraciones del presidente, cabe señalar dos puntos, posiblemente obvios, sobre su desempeño en la actual administración:

  1. La ineficacia de su estrategia nacional de “abrazos y no balazos” contra el crimen organizado.
  2. Sus ya acostumbradas contradicciones, generalizaciones y exageraciones al dirigirse al pueblo de México.

Para comprender mejor este segundo punto, es necesario remontarnos a finales del 2018, a unos meses de comenzar este violento sexenio y en el que el entonces presidente electo reconoció estar por recibir un país estable y sin crisis

Aunque en ese momento se hablaba —posiblemente, nomás por hablar— sobre economía, es de llamar la atención el actual dramatismo por parte del jefe del Ejecutivo, cuando de su propia boca salen contradicciones como “Todo el país estaba en bancarrota”. 

Aceptar la terrible situación del país y culpar de ello a lo hecho por administraciones pasadas habla más del pobre trabajo de la actual administración que de otra cosa.