Por segundo año, Guadalajara es Ciudad Árbol del Mundo

Para el gobierno de Guadalajara es una prioridad el tema del arbolado por ser una de las medidas más concretas para mitigar el cambio climático

Por segundo año consecutivo, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Fundación Arbor Day, reconocieron a Guadalajara como Ciudad Árbol del Mundo.

Guadalajara lo ha logrado por el trabajo que ha desempeñado en la gestión, administración y manejo de su arbolado, asegura el biólogo Pablo García Becerra, jefe de la Unidad de Arbolado Urbano del Gobierno de Guadalajara.

“Para el gobierno de Guadalajara es una prioridad el tema del arbolado por ser una de las medidas más concretas para mitigar el cambio climático, por sus servicios ambientales: la liberación de oxígeno y captura de CO2”, aseguró el biólogo del municipio jalisciense.

Ciudad Árbol del Mundo es una iniciativa para evaluar diferentes ciudades y reconocer a quienes hacen el mejor manejo y mantenimiento de sus árboles.

A nivel local, en el gobierno de Guadalajara, el programa que de plantación se llama “Guadalajara Fresca”, con el cual se han plantado más de 20 mil árboles en banquetas, camellones y corredores de la ciudad. Las especies que se han distribuido son entre los 2 y 2.5 metros .

“Este programa es importante porque garantiza la continuidad de los servicios ambientales de nuestro arbolado. Sabemos que los árboles como seres vivos tarde o temprano, mueren, esos tienen que ser removidos. Esta dinámica obliga a que continuamente estemos plantando nuevos árboles”, explicó Pablo García.

En la Dirección de Medio Ambiente de la ciudad, se comenzó un programa enfocado a la producción de árboles endémicos, es decir, de la región y se llevó a cabo, principalmente en la zona de La Barranca.

“Obtuvimos semilla y la germinamos en nuestros viveros, estas son especies como: Zapote, Guamúchil, Camichín, Parota, que son especies propias de la región, con el objetivo de reintegrar estos árboles en algunas partes estratégicas de la ciudad, también en La Barranca y con ello garantizar el uso de especies endémicas”, informó García Becerra.

Para lo que resta de la administración, la meta es llegar a producir un total de 30 mil árboles de este tipo. Así es que, de aquí a octubre, se cuenta con 21 mil árboles en producción en el vivero para sumarse a los que ya se encuentran en las calles.

Todo lo que necesitas saber para nombrar esos árboles coloridos:

Estas áreas de gobierno son las responsables de que cada año se vea el colorido de la Primavera, que caracteriza a esta ciudad. Los tapatíos se enorgullecen porque es en marzo cuando explotan de color intenso los árboles en las calles como:

  • Primavera (Tabebuia donnel-smithii), que es el árbol que todos conocemos de esas peculiares flores amarillas y es una especie propia del Pacífico mexicano; también se encuentra en Centroamérica.
  • “Es un árbol emblemático de uno de los ecosistemas más amenazados del planeta, el de selva baja subcaducifolia, este ecosistema es el que uno ve previo al llegar a la playa, cuando empieza a hacer ese calorcito y que, en época de secas, esa zona se aprecia muy seca, pero, en temporada de lluvias es la que se pone muy verde. Es uno de los ecosistemas más valiosos por sus altos niveles de endemismo (según Gerardo Ceballos biólogo que estudia ese ecosistema)”, detalló el especialista del gobierno de Guadalajara.
  • Rosa Morada, (Taebebuia rosea), que es especie prima o hermana de La Primavera, por así decirlo. Es del mismo ecosistema pero, su flor es de color lila o rosa más clara. Esta especie no crece tanto y más bien es un árbol pequeño.
  • Tabachín (Delonix regia) que es el que da una flor roja o anaranjada, también es conocido como Flamboyán en otros estados de la República o Árbol de Fuego.
  • Jacaranda, (Jacaranda mimosifolia) que son los árboles espectaculares, de flores moradas, azuladas o liláceas que parecen campanitas. ¿Quién no jugó de niño con esas florecitas cuando estaban en el suelo de algún parque?
  • Ceiba, árboles enormes que se han encontrado de hasta 70 metros de altura; funcionan para dar alimento a la fauna urbana que es necesaria, ya se aves, murciélagos, insectos, por los procesos de polinización de esta planta. Son árboles necesarios y muy representativos de la ciudad, espectaculares por sus copas redondeadas y amplias.

No hay que ‘satanizar’ especies

Pero, ¿hay especies adecuadas para zonas urbanas y otras que no? El biólogo Pablo García Becerra explica que, si bien el gobierno de Guadalajara ha puntualizado el manejo de especies adecuadas en la ciudad, no se debe de desacreditar el beneficio de algunas especies que no fueron las mejores para la zona urbana.

“Es importante no satanizar ninguna especie, aunque sea especie extranjera, árboles grandes, no se vale satanizar, simplemente son especies que no se utilizaron de manera correcta y por desconocimiento de la época, del momento, se plantaron en lugares no adecuados”, explicó el biólogo.

“Ahora tenemos un gran problema de árboles de gran porte, como Eucaliptos, Ficus, plantados en banquetas realmente pequeñas y generan daño (estructural). Sin embargo, no podemos dar manejo radical, es decir no podemos quitar árboles de un solo momento, quitarlos todos y colocar árboles idóneos”, advirtió.

Ahora el gobierno de Guadalajara ya tiene el conocimiento y hay arboristas dentro de la administración.

“Ya hay gente experta en el tema de arbolado, que es algo que el alcalde Ismael del Toro (ahora ex alcalde) ha estado muy atento en la profesionalización de las áreas para tener el conocimiento y hacer plantaciones adecuadas. Conforme a nuestro Reglamento de Áreas Verdes que lo trabajamos en 2015, tipificar las áreas, en banqueta cierto tipo de árboles, en camellón otro tipo, en parques, otro. Ya está más claro ahora. Ya las cuadrillas y la ciudadanía entendemos más este tema de que sí es importante, porque plantar un árbol es un acto de responsabilidad a futuro”, concluyó.