Rompiendo mitos, AMLOve nunca existió

Ante los altos niveles de inseguridad a nivel nacional, el discurso presidencial sobre el amor y los abrazos se ha tornado en una hiriente burla sobre la realidad que vivimos las y los mexicanos.

Durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, México se ha sumido en una espiral de violencia desmedida y sanguinaria, desafiando las expectativas de aquellos que depositaron su confianza en la llamada Cuarta Transformación. Aquella etiqueta de AMLOve se torna en una ironía cruel, ahora que la realidad se impone con cifras escalofriantes y una estrategia nacional de seguridad que se revela como un fracaso.

Los números son claros y desoladores. El sexenio de López Obrador ha superado en asesinatos a los de sus predecesores Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón. 

El país no solo enfrenta un retroceso en términos de seguridad, sino que ha alcanzado niveles inauditos de violencia, desafiando la esencia misma de la prometida transformación. No hay amor ni compromiso en un contexto donde la vida cotidiana se ve amenazada por la violencia desbordada.

Resulta aún más desconcertante cuando observamos que muchos de los estados más afectados por esta ola de violencia son precisamente aquellos gobernados por el partido del Gobierno federal, Morena. Este hecho plantea preguntas incisivas sobre la coherencia entre la propaganda política de AMLO y la realidad a la que se enfrentan los ciudadanos. 

La estrategia nacional de seguridad, concebida como el salvavidas que garantizaría la paz y la estabilidad, se desmorona ante la evidencia de su fracaso. No solo es incapaz de prevenir la violencia, sino que también contribuye a la impunidad que perpetúa el ciclo de delitos. 

Esta estrategia, respaldada por la famosa consigna "abrazos, no balazos", parece más una novela romántica que una respuesta concreta y efectiva ante la crisis.

El México más violento de los últimos tiempos

Los datos recopilados hasta mayo de este año revelan una verdad aún más inquietante. La llamada Cuarta Transformación, que se autoproclama como protagonista de la paz y de una estrategia basada en abrazos, ha presenciado un aumento desgarrador en la cifra de homicidios, superando los 150,000 casos, según distintas fuentes oficiales. 

Esta escalada brutal no solo desafía la lógica detrás de la consigna, sino que también señala un abismo entre la narrativa oficial y la realidad que palpa la ciudadanía diariamente.

En el contexto del México más violento de los últimos tiempos, AMLOve nunca existió y solo es una burla cruel. ¿Dónde está el amor en un país marcado por el luto y la desesperación? 

Nos encontramos a unos meses de la elección del 2024 y hoy, más que nunca, es momento de desmitificar narrativas y exigir responsabilidad.

Dejando de lado las etiquetas, es importante analizar críticamente la realidad que enfrenta México. La violencia desmedida exige respuestas claras y acciones contundentes. 

Por ningún motivo podemos permitir que los errores de AMLO se diluyan en un mar de sangre y desconfianza. Nos toca a nosotros hablar por quienes ya no están.