El Insabi puso a disposición del Ejército 4,272,380,959 pesos, de los cuales la Oficialía Mayor de la Sedena autorizó el procedimiento de adquisición de equipo médico por 1,759,585,546.67 pesos
Como parte de los escándalos de los que han formado parte el Gobierno federal y las distintas instancias de Gobierno, se une un nuevo escándalo, esta vez protagonizado por la Sedena, ya que se han encontrado irregularidades en la compra de medicamentos e insumos en el combate del COVID-19.
En una investigación realizada por el Órgano Interno del Control de la Secretaría de la Defensa Nacional, se logró detectar que no se habían justificado más de 1,700 millones de pesos en la compra de insumos entregados al Insabi.
Cuando se realizó la auditoría para la adquisición de los distintos insumos entregados, las adquisiciones se realizaron de manera correcta bajo los reglamentos de la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público, pero se observó el poco control interno que existió en la documentación y justificación de la distribución de los equipos.
“El Insabi puso a disposición del Ejército 4,272,380,959 pesos, de los cuales la Oficialía Mayor de la Sedena autorizó el procedimiento de adquisición de equipo médico por 1,759,585,546.67 pesos”.
Una de las principales excusas en las declaraciones por parte del personal de adquisiciones de la Sedena fue que la premura con la que se compraron los insumos fue causada por la pandemia, la cual evitó que se realizara un concurso para comprar al mejor postor.
Una de las constantes del actual Gobierno federal es la falta de transparencia en las adquisiciones, muy por el contrario de lo que anuncia el presidente de la república en sus mañaneras.
