Cinco de los templos de Guadalajara con mayor historia y tradición

Debido a su belleza arquitectónica y valor histórico, los templos de Guadalajara forman parte de los muchos atractivos que nos ofrece nuestra hermosa Perla tapatía y, por supuesto, también de sus tradiciones

¿Sabías que gran parte de la historia de Guadalajara se conserva prácticamente intacta dentro de sus antiguos templos? A continuación te compartimos 5 de los templos de Guadalajara con mayor historia y atractivo, los cuales te recomendamos descubrir o también redescubrir próximamente.

1. Templo de San Sebastián de Analco

Históricamente, el templo de San Sebastián de Analco es uno de los templos con mayor tradición para los tapatíos, ya que se encuentra dentro de uno de los barrios más antiguos de Guadalajara: el barrio de Analco.

Construido originalmente a finales del siglo XVI con adobe y techos de zacate, el templo fue ampliándose hasta formar una nave central con dos capillas laterales. Casi toda su construcción se dio durante el siglo XVII y su capilla de la Virgen de Guadalupe es considerada como la primera iglesia guadalupana de Guadalajara. 

2. Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe 

Popularmente conocido como El Santuario, el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe es uno de los templos más visitados de la zona centro, después de la catedral metropolitana. 

Su construcción fue promovida principalmente por fray Antonio Alcalde y comenzó a finales del siglo XVIII. El estilo arquitectónico de este templo cuenta con tendencias neoclásicas y su fachada se encuentra cubierta de cantera amarilla, traída directamente de Huentitán.  

En su interior se encuentra uno de los pocos órganos tubulares que aún quedan en la ciudad, aunque su principal atractivo, sin duda, es la bella y antigua imagen de Nuestra Señora de Guadalupe. Es visitada anualmente por cientos de miles de peregrinos, quienes asisten a festejarla con gran fervor cada 12 de diciembre.

3. Templo de Nuestra Señora de Aranzazú

El templo de Nuestra Señora de Aranzazú es uno de los lugares mejor conservados que datan del siglo XVIII.

Construido entre 1749 y 1752, este lugar es uno de los puntos con mayor concurrencia dentro de la zona centro de la ciudad, la zona de los Dos Templos. Desde su fachada, de estilo barroco, se pueden apreciar distintos arreglos y detalles arquitectónicos únicos, mientras que en su interior se encuentra la antigua escultura de la Virgen de Aranzazú.

4. Templo de San José de Gracia

Entre la catedral y el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe se encuentra el templo de San José de Gracia, el cual, aún siendo tan pequeño, cuenta con mucha de la historia de la ciudad.

A principios del siglo XVII, aquí se situó una capilla dedicada a la Inmaculada Concepción para posteriormente conformar el convento de Santo Domingo, el cual, a mediados del siglo XVIII, terminaría siendo destruído durante la época de la Reforma. 

Del convento, actualmente solo queda este pequeño templo, mismo que desde 1890 es dedicado a San José y cuya arquitectura neoclásica puedes apreciar mientras recorres el Paseo Alcalde. 

5. El Expiatorio

Sin duda alguna, este es uno de los templos con mayor tradición en Guadalajara y, posiblemente, uno de los más bonitos de la metrópoli. La historia de la Basílica del Santísimo Sacramento, como se le conoce oficialmente, comienza desde el siglo XIX y su construcción tomó, para que te des una idea de su belleza, ¡75 años!

Considerado como un ícono arquitectónico por su distinguido estilo neogótico, su aspecto medieval tiene un parecido a la catedral de Orvieto en Italia. El arquitecto responsable de esta joya arquitectónica fue Adamo Boari, quien también estuvo involucrado en la construcción del Palacio de Bellas Artes en la CDMX.

Este templo es una visita obligada, tanto para personas religiosas como para quienes se consideran apasionados de la arquitectura y el arte sacro.