PEMEX enfrenta un alto riesgo de inversión a largo plazo en la compra que hizo a Shell en EU, de la refinería Deer Park
Con bombo y platillo, a través de sus redes sociales, el presidente Andrés Manuel López Obrador informó que Petróleos Mexicanos (Pemex) cerró una operación para comprar la refinería Deer Park, de Houston, en Texas, propiedad de Shell, con lo que ahora la paraestatal tiene el 100 por ciento de las acciones.
Esta refinería de petróleo está ubicada en Deer Park, Texas, en el Canal de Navegación de Houston. Pemex ya era dueño de 50 por ciento de las acciones, por lo que la compra de 50 por ciento de acciones restante tuvo un costo de 600 millones de dólares.
López Obrador aseguró que esta compra permitirá a México ser autosuficiente en gasolina y diésel en 2023, y se aventuró a decir que esto se traducirá en el no aumento del precio de los combustibles.
La refinería, de la que Pemex ya confirmó la compra, había sido operada desde 1993 como una empresa conjunta al 50 por ciento entre Shell Oil Company y la paraestatal mexicana. A finales de 2017, era la décima empleadora más grande en el condado de Harris.
Del mismo modo que dijo que bajaría el costo de la gasolina, nomás por decir, que, al cabo, prometer sin considerar las circunstancias reales es un deporte bien practicado por AMLO, así suena eso de asegurar que México será autosuficiente en producción de combustible en 2023.
Otro pequeño detalle para considerar en esta “ganga” que López Obrador acaba de aprovechar, en nombre nuestro: según la publicación de Forbes del día de hoy, Pemex enfrenta un alto riesgo de inversión a largo plazo en la compra de refinería Deer Park a Shell, debido a que esta enfrenta pérdidas desde hace dos años, además, el gobierno de Estados Unidos endurece, de forma muy significativa, su política para los combustibles fósiles.
Así que, esta nueva apuesta por la producción de energía, con recursos no renovables, es otro paso en retroceso, sin prestar atención a la urgente necesidad de cuidar el impacto ambiental. Las decisiones gubernamentales, de nuevo, ignoran el medio ambiente cuando se trata de acciones en materia energética y no nada más nos costó los 600 millones de dólares. El gobierno federal trae consigo el son alegre de una autosuficiencia sin fundamentos reales y también produce empleos… en Estados Unidos.