Desde Washington se muestra una seria inquietud con respecto a la promoción de energías sucias por parte del Gobierno mexicano.
Para el Gobierno estadounidense es preocupante la conocida tendencia de Andrés Manuel López Obrador y su 4T de privilegiar a las empresas estatales y sus prácticas monopolistas y ambientalmente irresponsables.
Ned Price, portavoz del Departamento de Estado de los Estados Unidos, reconoció su preocupación por el interés de la administración de AMLO en promover las energías no renovables: “El cambio climático es una prioridad para nosotros. Tiene que serlo. Tanto Estados Unidos como México son naciones que históricamente han sido grandes emisores”.
“Promover el uso, en algunos casos, de tecnologías más sucias, más caras, sobre tecnologías renovables más baratas hará más difícil alcanzar las metas climáticas que tienen que ser prioridades compartidas entre nuestros dos países”, señaló Price.
Reforma eléctrica en México
A lo largo de su mandato, López Obrador ha dejado muy clara su postura en relación con devolverle el dominio de la industria eléctrica a la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Tan claro es que este tema en particular se discutirá en el próximo periodo de sesiones del Congreso.
De acuerdo con la iniciativa de cambio a los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución mexicana, el sector privado no podría participar en labores de transmisión, distribución y comercialización de la electricidad. Con ello, la CFE tendría el derecho constitucional de generar al menos el 54 % de la energía en el país, además de anular efectivamente el programa de Certificados de Energías Limpias.
Seguimos luchando contra los que representan el pasado. Hoy logramos frenar el avance de la reforma eléctrica tóxica de Bartlett.
— Bancada Naranja 🔸D (@BancadaNaranjaD) November 4, 2021
Estamos convencidos de que la apuesta debe ser por las energías renovables, que puedan garantizar un futuro a nuestras próximas generaciones. pic.twitter.com/sGe5DWzRqx
Al respecto, el portavoz estadounidense manifiesta que “el sector privado tiene un importante papel que jugar (...) para ayudar al Gobierno a alcanzar su meta de fortalecer la independencia energética de México y avanzar con una agenda verde”.
Por último agrega: “Continuamos discutiendo (con el Gobierno mexicano) acelerar la adopción de energías limpias, asegurando el abastecimiento confiable de energía y promoviendo también su accesibilidad”.