AMLO miente: vacuna Patria no es mexicana

La patente creada fue vendida a varias economías emergentes, como México, Brasil, Vietnam y Tailandia, ya que es muy barata y estaba en fase pre clínica

 

Otra mentira más: mientras Andrés Manuel López Obrador y las autoridades del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) aseguran que la vacuna Patria, contra COVID-19, es un desarrollo mexicano, la realidad es que no es verdad.

 

La realidad es que la tecnología de esta vacuna fue desarrollada en la escuela Icahn de Medicina de Mount Sinai de Nueva York, de hecho, que logró decodificar la proteína S del virus en noviembre del año pasado.

 

La patente creada fue vendida a varias economías emergentes, como México, Brasil, Vietnam y Tailandia, ya que es muy barata y estaba en fase preclínica, es decir, lista para comenzar pruebas en animales.

 

Sin embargo, durante la conferencia matutina del 13 de abril se presentó un video en donde se aseguraba que la vacuna era 100 por ciento mexicana, lo cual no es verdad, y estaba lista para comenzar la fase 1 de la etapa clínica, es decir, las pruebas en humanos.

 

Lo que es una realidad es que, luego de adquirir la patente, el Conacyt, el Instituto Mexicano del Seguro Social, Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, el Laboratorio de Biológicos Reactivos de México, la Secretaría de Salud y el laboratorio Avimex realizaron una colaboración para terminarla de elaborar y realizar las pruebas preclínicas.

 

Vacunas mexicanas no obtuvieron apoyo

 

A pesar de que Patria no es una vacuna 100% mexicana, sí hay científicos que están apostando por tener una, pero el Gobierno Federal, como siempre, distante de los científicos mexicanos, decidió no apoyarlos.

 

Por ejemplo, la Universidad Autónoma de Querétaro ha dicho que necesita 20 millones de pesos para continuar desarrollando su propia vacuna contra COVID-19, pero el Gobierno Federal les dio la espalda.

 

Ante la negativa de la 4T por ayudarlos, los científicos han solicitado apoyo a empresarios, fondos de inversión, asociaciones civiles, universitarios e, incluso, la propia universidad la ha financiado, pero su avance ha sido muy lento hasta ahora.

 

Así es como el Gobierno Federal ha decidido ignorar los logros de los científicos mexicanos y apostar por una vacuna gringa, con la que decide engañar, una vez más, al pueblo de México.