Traje típico de Jalisco, un reflejo de la identidad mexicana

Usado por bailarinas y bailarines, así como por participantes y asistentes a eventos de charrería, el traje típico de Jalisco muestra un rasgo único que suma a la riqueza de nuestra identidad mexicana.

Aunque puede llegar a tener muchas similitudes con la indumentaria de los mariachis y de las adelitas, el traje típico de Jalisco resulta un vestuario más sobrio que representa parte de la historia y tradiciones del estado.

En el caso de los hombres que lo visten, la vestimenta de charro, cuyos orígenes datan de mediados del siglo XVII y principios del XVIII y la cual era utilizada por el trabajador de ranchos y haciendas de la época (chinacos), es la base del traje típico que, con el pasar de los años y de muchas manos, conocemos actualmente.

Este consta de una chaquetilla corta y ajustada, de mangas cortas y adornada con botones generalmente plateados, un enorme sombrero y pantalones ajustados con patrones decorativos.

Sobre los colores de este, solo algunos son permitidos y estos deben ser en tonos pardos u oscuros y es complementado con botas de tacón alto.

Por su parte, las mujeres utilizan un largo vestido de una sola pieza, mucho más colorido y alegre que la vestimenta de los charros, y cuyo origen data de mediados del siglo XIX, cuando comenzó a popularizarse en el país la vestimenta de las denominadas ”chinas” de la época. 

Aunque suele ser de un solo tono, este vestido contrasta con las cintas de colores sobrepuestas y los encajes que lleva como adornos.  

En cuanto al calzado y accesorios utilizados para complementar esta vestimenta, se incluyen botines de cordones con distintos aditamentos, así como un tocado de pelo hecho con las cintas idénticas a las utilizadas en el vestido. 

Una vestimenta con historia, tradición y de mucha distinción

Como dato curioso, el emperador Maximiliano de Habsburgo fue un gran admirador del traje de charro, quien llegó a utilizarlo en diversas ocasiones y algunos historiadores le atribuyen a este su uso como vestimenta de gala. 

Es importante mencionar que este traje típico puede ser apreciado en algunos eventos y festividades, desde distinguidos bailes folclóricos hasta en espectáculos de charrería.

Cabe señalar que en los últimos años se han identificado diversas aportaciones a la vestimenta tradicional. Sin embargo, existen ciertas consideraciones a respetar en su trazo, los cuales han permanecido intactos luego de ya algunos siglos. Un ejemplo de ello son los olanes en el vestido de las mujeres.