AMLO y Ovidio Guzmán: lo tenías, era tuyo y lo dejaste ir

Tras la recompensa del Gobierno de EE. UU. para capturar a Ovidio Guzmán y a dos años del “culiacanazo”, el presidente López Obrador admite que la captura del hijo de El Chapo se ejecutó mal.

El 17 de octubre de 2019, las y los habitantes de la ciudad de Culiacán, Sinaloa, fueron testigos, en un mismo día, del arresto y la liberación de Ovidio Guzmán López, uno de los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera.

En ese momento quedó muy claro que las fuerzas de seguridad, sencillamente, se vieron sobrepasadas frente al crimen organizado. La capital sinaloense se convirtió en rehén y la liberación de Guzmán López fue el precio a pagar. 

Para Andrés Manuel López Obrador, quien entre sus promesas como presidente aseguró que no repetiría los errores de administraciones pasadas, desde su mañanera justifica este operativo: “Si hicimos bien o hicimos mal, ya el tiempo lo dirá”.

¿Quién es Ovidio Guzmán López?

Ovidio Guzmán López es uno de los 2 hijos de la relación entre El Chapo y Griselda López. Es también uno de los 10 hijos del capo mexicano y actualmente es señalado por el Departamento de Justicia de los EE. UU. de distribuir drogas ilegalmente desde México. 

Recientemente, el Departamento de Estado estadounidense ofreció una recompensa de hasta 20 millones de dólares por ofrecer información que lleve a la captura de 4 de los hijos de Guzmán Loera, entre ellos Ovidio. 

Al respecto AMLO comenta: “Nosotros somos los que tenemos que hacer nuestro trabajo de acuerdo, también, con nuestras investigaciones (...) No hay impunidad para nadie”.

Ante estas declaraciones del presidente y en el supuesto de que sea detenido por autoridades mexicanas, cabe preguntarse ¿ahora sí lo harán bien? ¿Ya no habrá impunidad para nadie? ¿Es una más de sus promesas?

Administraciones pasadas han combatido e incluso negociado con las organizaciones criminales, pero nunca han impuesto una política que haga frente a la fuerza y violencia del narco basándose en el amor y los abrazos

Ciertamente, pudiera decirse que las cosas se están haciendo distinto, pero ¿no será esta también una estrategia errónea? En fin, ya el tiempo lo dirá