Trabajar por Tuxcueca

Lo que me mueve a mí, es mi familia: mi esposa, mis dos hijas, mi madre y hermanos. Es lo que me impulsa cada día a ser mejor y a poder brindar lo mejor de mí para Tuxcueca

Cuauhtémoc Sosa Cárdenas es parte de un grupo de ciudadanos que se cansó del poco progreso de Tuxcueca, Jalisco, y que incursionaron en la política para cambiar las cosas. Hoy es Presidente Municipal.


El sitio que Cuauhtémoc Sosa Cárdenas (Tuxcueca, 1972) elige para atender la entrevista de El Ciudadano, es en lo alto de Tuxcueca, a los pies de la antigua Capilla de la Virgen de Guadalupe, con una vista especial hacia el Lago de Chapala y un silencio tranquilizador.


Aquí, dice el Presidente de Tuxcueca, Jalisco, jugó e hizo vagancias durante su niñez, luego en su juventud fue un punto de encuentro con amigos y con su novia, Bertha Alicia, hoy su esposa y madre de sus dos hijas: se trata de un sitio al que no ha dejado de venir para sentarse y reflexionar.

¿Cómo describes tu familia materna?


Nací de una familia que me inculcó todos los valores. Mi mamá de 92 años de edad, ha sido un ejemplo de constancia, de lucha y de perseverancia, y mi padre, José Sosa Barba, fue un ejemplo de fortaleza y de lucha.

Si pudieras regresar a un momento de tu vida, ¿cuál sería?


Mi infancia. Mi infancia la viví feliz, fue plena, no la cambiaría por nada. De hecho, en este lugar donde estamos, la Capilla de la Virgen de Guadalupe, me trae gratos recuerdos de mi infancia, aquí jugábamos fútbol, canicas, trompos, lo que fuera. Es para mí un lugar de paz, de tranquilidad y de fe.


¿Cuál es el consejo que tu papá te dio y que aplicas en tu vida?
Lo llevo bien grabado en mi mente: hacer todo con rectitud y por el camino del bien. A él no le gustaba que hubiera problemas en la familia, él buscaba que hubiera una convivencia armónica, fuimos 17 hermanos, nueve hombres y ocho mujeres… muy numerosa la familia. Han fallecido dos.


Tiene 44 años viviendo en Tuxcueca. ¿Cómo es el Municipio y su gente?


Adoro mi pueblo. Cuando estoy aquí con mi familia, me siento pleno. La gente de Tuxcueca es muy hospitalaria, sana, que se quita el sombrero por las demás personas.


¿En cuál momento de tu vida decides entrar a la política?


En el 2000, un grupo de amigos veíamos que este Municipio podía dar más, mucho, lo sentimos olvidado y atrasado en muchos aspectos y decidimos hacer algo, no ser partícipes de ese estancamiento. Y decidimos participar políticamente, pensamos que no había otra vía para mejorar las cosas.


¿Qué problemas veía en Tuxcueca?


No ha cambiado desde entonces: la falta de oportunidad de trabajo, de progreso, creemos que puede ser un punto turístico importante, por eso incursionamos en la política. La política es un bien social con el cual podemos beneficiar a nuestros pueblos.


¿Por qué te integraste a Movimiento Ciudadano?


Fuimos tomados en cuenta como ciudadanos, no teníamos un partido y no queríamos cuotas de poder, nos dio la posibilidad de que a través de la política buscáramos obtener beneficios para la gente, no para un grupo de políticos.

 

¿Cómo cambio tu vida al ser Presidente de Tuxcueca?


Sí vale la pena luchar por lo que se persigue, llegué yo, pero pudo llegar cualquier a de mis compañeros. Ahora yo represento a ese grupo de amigo con esas inquietudes, al estar en esta posición cada momento recordamos que estamos aquí por los ciudadanos y es a ellos a quienes representamos. No se nos debe nunca olvidar nuestro origen, eso llevo tatuado en la piel y la mente.