La educación siempre por encima de los intereses particulares

A tres años de gobierno en el estado, la administración de Enrique Alfaro ha priorizado el desarrollo comunitario por encima de los intereses de grupos particulares.

Desde el arranque de la actual administración en el Gobierno de Jalisco, su objetivo ha sido claro: priorizar los temas de interés público como lo es la educación. Un compromiso con la ciudadanía en el que el apoyo de la Universidad de Guadalajara ha sido constante e incuestionable. 

Por lo mismo, es de sorprender que después de dos fallos a favor del Gobierno del estado en materia jurídica y de derechos humanos, ciertos grupos dentro de la máxima casa de estudios quieran continuar manipulando a la propia comunidad universitaria.  

Luego de haber sido expuestas por la vía legal, las mentiras de quienes responden a otro tipo de intereses parecen continuar por medio del chantaje y la manipulación.

El apoyo hacia la Universidad de Guadalajara por parte del Gobierno estatal está y siempre deberá estar enfocado en el desarrollo académico. La educación no puede ni debe continuar siendo un pretexto para el enriquecimiento de unos cuantos.

Es entonces cuando cabe preguntarse, del millonario presupuesto asignado para la U. de G., ¿cuánto se ha concedido a la infraestructura educativa o se piensa aportar a la construcción de nuevos planteles?

Inversión del Gobierno de Jalisco en infraestructura educativa

Jalisco cuenta con el único fideicomiso para la infraestructura educativa a nivel nacional. Este se encuentra conformado en su mayoría por recursos estatales y otra parte por recursos del impuesto sobre la nómina de las empresas.

Durante los primeros 3 años de la administración actual, se han intervenido 759 centros educativos, con un presupuesto histórico de 3,601 mdp.

Para este año se estima la renovación de 351 plantes más de educación básica, media superior, tecnológica y superior del sistema educativo estatal.  

Cuando la voluntad por mejorar la educación existe, los cálculos presupuestales, las resoluciones jurídicas y los verdaderos intereses comunitarios toman, por sí solos, un carácter justo.