Con lágrimas y mucho esfuerzo

Mi nombre es Blanca Sánchez, mejor conocida como Doña Blanca, y soy originaria de Ameca Jalisco. Soy madre de tres hermosas mujeres y tuve la dicha de adoptar a dos niños americanos, a quienes dejaron en total abandono.
A la edad de 7 años emigré a California, Estados Unidos, con mis padres y mis hermanos. Al regresar varias veces a México conocí un gran hombre, Juan Sánchez, un hombre con el cual me casé y regresamos a formar una familia en los Ángeles, California. Siempre observé en sus ojos que nunca dejó de extrañar su tierra y el sabor de poder labrarla una vez más. Él y mis padres me enseñaron a amar y respetar a mi tierra.
Aprendí pronto el inglés, desde muy temprana edad observé el sufrimiento de los migrantes  mexicanos y latinoamericanos al pasar por el desierto y el río, y al estar frente a otro idioma desconocido y otra tierra. Al ver tanta  discriminación, desde muy chica empecé a defender sus derechos como seres humanos.
Defendimos a muchísimos migrantes ante La Corte y siempre obtuvimos buenos resultados, y para ello obtuvimos buena ayuda de americanos, eso no puedo negarlo, y así comenzamos una lucha por un mejor reconocimiento de nuestro trabajo en este país, trabajo que nadie ha hecho mejor que nosotros.
Por ejemplo, estuvimos apoyando a Sergio Chávez en la Unidad de los Trabajadores Agrícolas. La lucha  consistió en restringir la inmigración de trabajadores ilegales en el campo y la protección de sus sueldos y de los derechos de los campesinos estadounidenses sindicalizados. Tuve la dicha de ayudar a más de 6 mil personas a legalizar sus papeles.
Formamos clubes y federaciones de migrantes. Fueron muchos los que luchamos por los derechos de nuestros hermanos, cada quien desde su trinchera y con sus posibilidades. También desde nuestro Estado se lucha junto con los gobiernos para que los  jaliscienses tengan oportunidades y no tengan que dejar a su familia.
Ahora tenemos el reconocimiento de este país que también ayudamos a construir con lágrimas, sufrimiento y mucho esfuerzo, pero también el de México y de nuestro Jalisco. Seguiremos luchando mientras Dios nos lo permita para mejorar la vida de cada jalisciense y mexicano, se encuentre donde se encuentre. Gracias a  Dios soy Doña Blanca y orgullosamente jalisciense.