Se materializó el fantasma

Con el fallo del INE finalmente podemos ver la justicia para las mujeres violentadas por este individuo, para quienes les creemos a ellas

En este país la justicia es un fantasma, unos dicen que la han visto, otros que han escuchado de ella y la gran mayoría, dudamos de su existencia. Ser mujer en este país duplica aún más esa duda. La imagen translúcida se desvanece con enorme rapidez, depende del poder jerárquico con el que los hombres cuenten. A mayor poder político o económico de los agresores, menos posibilidades hay de palparla.

 

Con los hechos y dichos de Félix Salgado Macedonio tenemos el mejor ejemplo de esto, con él, la justicia se desvaneció en segundos. Cualquier alegato femenino sobre sus abusos y expresiones de violencia se vio poco favorecido, las acusaciones por delitos sexuales se esfumaron, incluso, aquellas que llevaban años de procesos judiciales inconclusos y manoseados por una larga cadena de corrupción, aún con la doble exposición de las mujeres afectadas a la humillación y el escarnio.

 

Las acciones que el INE tomó para cancelar de manera definitiva la candidatura de Félix Salgado Macedonio, hicieron que el fantasma de la justicia, de pronto, se volviera de carne y hueso. No importa que el propósito final de esa decisión no haya tenido que ver con la impunidad con la que este sujeto ha vivido por años, importa que, gracias a la anulación de su candidatura -a que los consejeros del INE se mantuvieron firmes en ello-, a este personaje por fin se le puso un alto.

 

Con el fallo del INE finalmente podemos ver la justicia para las mujeres violentadas por este individuo, para quienes les creemos a ellas y no a un hombre que ostenta el poder de manera vulgar y arbitraria. Justicia para todas las mujeres que han sido víctimas de otros individuos parecidos a él, ante la rabia y frustración de muchas de nosotras. Una justicia que no buscaba ser lo que es, pero, que a nosotras nos sirve y ayuda a dejar de dudar de ella.