Las infancias tienen derecho de informarse y ser orientadas, sin embargo, tenemos la obligación de respetar su libertad a elegir su propio pensamiento ideológico.
En 1917 se creó el artículo 3 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que garantiza la educación pública, laica y gratuita en todo el territorio nacional. A partir de este gran logro, los libros de texto de la Secretaría de Educación Pública (SEP) se reparten de forma gratuita cada año a todos los estudiantes de primaria y secundaria, desde 1960.
Hace unos días, expertos en educación, actores políticos y medios de comunicación han pronunciado su descontento por el contenido de los nuevos libros a entregarse a las infancias para el ciclo 2023-2024.
Los tópicos a tratar en estos libros de texto serán:
- “Múltiples lenguajes”
- “Nuestros saberes”
- “Proyectos del aula”
- “Proyectos escolares”
- “Proyectos comunitarios”
Por medio de estos temas, se dejará de lado el modelo educativo que se divide por asignaturas.
Poca información sobre conocimientos clave
Parte del reclamo radica en la escasa información de ciertas asignaturas de vital importancia para el desarrollo de la niñez. Por ejemplo, en años pasados, un libro de matemáticas de primaria no rebasaba las 150 hojas; ahora en los textos de “Nuestros saberes” los conocimientos de matemáticas abarcan aproximadamente 10 páginas.
Esto es alarmante, ya que en el 2022 la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) nos clasificó como el país número 102 de 137 en su ranking de conocimientos y habilidades matemáticas, medido por medio de la prueba PISA.
Considero que la cantidad de saberes de estos nuevos textos les está limitando a las infancias conocimientos clave, por lo que se pueden crear confusiones y lagunas mentales dejándolos sin herramientas suficientes.
Carga ideológica con potencial adoctrinador
Reflexionando sobre el contenido de los libros de texto de grados más avanzados, es notorio que ciertas partes tienen una alta carga ideológica.
Por ejemplo, al referirse a los sexenios pasados (en los que no gobernaba Andrés Manuel López Obrador) a los partidos que ahora son de oposición se les refiere como ‘’neoliberales’’ de forma despectiva. Es importante visibilizar el peligro de ideologizar políticamente la educación básica, ya que se trata del primer contacto de las infancias con la educación.
Es de suma importancia defender el derecho de las y los infantes al conocimiento de las diferentes formas de pensamiento político, sin estigmatizar ninguna postura. Tildar a los partidos de oposición como ‘’neoliberales’’ crea en el inconsciente los inicios de una inclinación ideológica.
Por otra parte, hace unos días, después de la filtración de los contenidos de los libros, en redes sociales, se ha señalado que estos incluyen orientación sexual y lenguaje inclusivo. Las y los estudiantes de primaria tendrán acceso a información sobre su orientación sexual, la identidad de género y los derechos sexuales, incluso se toca el tema de las familias homoparentales y hay imágenes de las banderas de la comunidad LGBTQ+; temas que antes no se abordaban en las escuelas y que, considero, desde Movimiento Ciudadano hemos defendido en Jalisco.
Respeto y espacio a la diversidad cultural
Finalmente, haciendo justicia a los acontecimientos en torno a la reforma liberal de 1833-1834, donde Gómez Farías acentuó que "la instrucción del niño es la base de la ciudadanía y de la moral social", me parece sumamente importante que se aborde la diversidad cultural.
Sin embargo, se cruza una línea cuando se comienza a imponer la ideología, aquella que abandera tu partido y que se lanza sobre otras expresiones políticas tildando de ‘’conservadores’’ a aquellos que no piensan como tú; tal como lo hace el presidente.
Desde la Fundación Lázaro Cárdenas, creemos firmemente que las infancias tienen derecho a informarse y ser orientadas sobre estos temas. Además, tenemos la obligación de respetar su libertad de elegir su pensamiento ideológico.
Si Morena sigue insistiendo en marcar una distinción entre pensamientos, va a generar adoctrinamiento en las infancias, y eso es indudablemente un rasgo antidemocrático. Y recordemos que la democracia, en la actualidad, está en juego.
Azul Alejandra Hernández Castro,
integrante de la Fundación Lázaro Cárdenas Jalisco.
