¡De Tequila! Los cantaritos que debes probar

Dicen que, si a Tequila fuiste y un cantarito no bebiste, entonces ¿a qué fuiste?

Tequila es uno de los pueblos mágicos más reconocidos del estado de Jalisco, pues, además de ser un lugar lleno de historia y cultura, es el mayor productor de la bebida tradicional de nuestro país que lleva el mismo nombre que el poblado: Tequila.

Si bien existen diversas maneras de degustar esta deliciosa bebida ancestral, en algunos municipios como Guadalajara, Tlaquepaque, Amatitán y, principalmente, Tequila se preparan los famosos cantaritos, los cuales son conocidos por su exquisito y refrescante sabor, se preparan con tequila, jugo de cítricos, refresco, escarchado con sal y acompañados de mucho hielo, además, se adornan con gajos de limón, toronja y naranja.

El nombre de este rico preparado proviene del recipiente donde se sirve, un cantarito de barro que permite conservar su temperatura fresca para mitigar la sed y el calor de quienes lo beben. La presentación de los cantaritos de tequila puede variar de acuerdo al tamaño: individual (desde medio litro) o para compartir con amigos o familia (hasta 5 litros), el cual incluye una botella completa de tequila.

Es muy común encontrar esta bebida típica del estado en ferias, restaurantes y establecimientos dedicados exclusivamente a la venta de estas delicias que se han vuelto muy famosas para los turistas que visitan la región, pues, definitivamente, no puedes decir que conoces Tequila si no has probado los cantaritos, ya sea en la carretera hacia el pueblo o durante el recorrido turístico en el centro.

Aunque en otros estados también ya se prepara esta irresistible bebida, no cabe duda de que el clima y el paisaje agavero de nuestro estado son el complemento perfecto para disfrutar de un cantarito con el toque particular al estilo Jalisco.