Los recursos obtenidos de la desaparición de 109 fideicomisos en el 2020 han sido destinados en su mayoría a concluir las obras del Tren Maya.
AMLO queda nuevamente en entredicho al incumplir su palabra de destinar los recursos obtenidos de la desaparición de fideicomisos para la compra de vacunas y no a las obras de su megaproyecto del Tren Maya.
Cabe recordar que fue en 2020 cuando, por iniciativa del presidente, se decidió en el Senado eliminar 109 fideicomisos y fondos, entre estos el Fondo de Desastres Naturales (Fonden), el Fondo de Salud para el Bienestar y diversos fideicomisos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
En palabras del propio López Obrador, durante su mañanera del 6 de octubre de 2020, este recurso “no necesariamente” terminaría en el Tren Maya:
“Estamos seguros de que vamos a ahorrar. Ese ahorro, ¿a dónde va a ir? Dicen los que no nos ven con buenos ojos que al Tren Maya; no necesariamente”.
“Es un recurso que se requiere para comprar vacunas para el COVID, para que se tenga el derecho a la vacuna de manera universal. Se va a emplear bien, va a ser para la gente el apoyo”, señaló incluso el presidente.
Pues bien, ese ahorro se reflejó en un total de 64,524 millones de pesos, según información de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
De este presupuesto, solamente 6,035 mdp, menos del 10 %, se destinaron a la adquisición de vacunas. En contraparte, fueron 26,342 mdp, cerca del 40 %, los que se asignaron directamente al Tren Maya.
¿Que sin salud no hay nada? Ante semejantes cifras y la ineficiencia del Insabi, es preocupante la importancia que le da el Gobierno federal a su megaproyecto por encima de la salud misma.