Con mucha prisa, aprueban en el Senado el plan B de la reforma electoral de AMLO

Luego de un proceso aprobatorio exprés, el plan B propuesto por el presidente López Obrador para limitar al Instituto Nacional Electoral (INE) regresará a la Cámara de Diputados para su discusión.

Con 68 votos a favor y 50 en contra, el plan B de la reforma electoral de AMLO fue aprobado en lo particular, inmediatamente después de su aprobación en lo general, en lo que fue una sesión maratónica en el Senado

Fue hasta poco después de las 7:30 h de este jueves 15 de diciembre, que se aprobaron las modificaciones a diversos artículos de las siguientes leyes:

  • La Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales.
  • Ley General de Partidos Políticos.
  • Ley Orgánica del Poder Judicial de la Nación.

Durante esta larga sesión, el coordinador de Movimiento Ciudadano en el Senado, Clemente Castañeda Hoeflich, resaltó lo que parece ser el verdadero objetivo de esta reforma electoral: 

 

“Nadie dice que no haya cosas que modificar en nuestro sistema electoral, pero lo que está haciendo esta reforma es hacerle un traje a la medida al presidente de la República para su estilo personal de gobernar. Es un traje a la medida del nuevo régimen que quiere instaurar”.

 

Sin embargo, la aprobación del plan B parece estar afectando lo que parece ser un conflicto de intereses al interior de Morena. Tan es así, que este proceso exprés ha estado generando conflictos internos que llegan ya hasta Palacio Nacional. 

Ante las prisas y alianzas convenientes, empiezan los conflictos

Dentro de este nuevo dictamen se establece la posibilidad de distribuir los votos de coalición para los partidos políticos, de manera que estos puedan mantener su registro. Algo que ha sido reprochado por Ignacio Mier, coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, y por el mismo presidente López Obrador

Durante su mañanera de este jueves, el presidente ha manifestado su desacuerdo con esta cláusula que beneficia a los llamados “partidos chiquitos”:

“Si no lo mejoran en la Cámara y me pasan a mí esto, y considero que sí es una contradicción y que sí afecta, la veto, aunque se invalide todo. Por encima de los principios, nada”.

Cabe destacar que, aunque el mandatario federal ya había expresado su desacuerdo, esta y otras cláusulas fueron agregadas por Morena en la Cámara de Diputados, incluyendo:

  • Los partidos políticos podrán conservar el registro aun sin haber logrado el 3 % de la votación emitida en elecciones federales. Para ello deberán contar con ese porcentaje mínimo en al menos 17 estados del país.
  • Cuando los partidos participen en coalición durante las elecciones, podrán suscribir convenios que permitan transferir votos a los socios menos favorecidos para que puedan salvar el registro.
  • Que los partidos puedan guardar los recursos públicos que no utilizaron  durante el año fiscal (actualmente, estos deben reintegrarse a la Tesorería de la Federación).

Esta desobediencia por parte de Morena parece estar complicando el avance del plan B dentro de las cámaras. Si bien la fracción morenista cuenta con una mayoría parlamentaria, la necesidad de negociar sus alianzas parece estar contraviniendo los intereses originales y particulares desde la silla presidencial.