El nuevo circo de crear una comisión para vigilar al vigilante

La cuenta pública de 2019, el primer año de la 4T resultó con observaciones de la ASF, las cuales no son aceptadas y de las que se tienen “otros datos”

 

David Colmenares Páramo, titular de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), compareció ayer junto a otros funcionarios de la dependencia ante la Comisión de Vigilancia de la ASF en la Cámara de Diputados, luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador criticara el informe de la auditoría realizada a la cuenta pública de 2019, el primer año de gestión del llamado gobierno de la 4T.

La ASF determinó, en dicho informe, múltiples reportes de irregularidades en los programas estrella de AMLO, entre ellos, que los costos por cancelar el aeropuerto de Texcoco rondarían los 332 000 millones de pesos, es decir, el triple de lo informado por el gobierno.

Colmenares Páramo informó a la Cámara de Diputados que separó de su cargo, de manera temporal, al auditor especial Agustín Caso, autor de la auditoría con “errores metodológicos” sobre el costo de la cancelación del citado aeropuerto, y en su lugar fue designado al auditor Tizoc Villalobos, aunque para la revisión del proceso de las 13 auditorías al NAIM se nombró “como líder” al auditor Eduardo Lozano Dubernard.

A su vez, la Comisión de Vigilancia acordó citar a comparecer, en breve, al auditor especial Agustín Caso, para que responda a las acusaciones en su contra por su posible “actuación política” en las auditorías al NAIM.

Recordemos que, tras el escándalo generado por el reporte de la ASF, López Obrador dijo su famosa frase de “tengo otros datos” que serían detallados ante el pueblo. Solicitó en una carta enviada la presidenta de la Cámara de Diputados, Dulce María Sauri, que investigaran a la ASF por un informe “tendencioso y falso”, y en San Lázaro, se apresuraron a crear una Comisión de Vigilancia del órgano encargado de vigilar.

Solo este hecho debería indignarnos por la pena ajena de convertir en una novela de largos y enredados capítulos, lo realmente importante: hay irregularidades, muchas y por mucho dinero. No es solo el entramado de dimes y diretes políticos por el tema de la cancelación del aeropuerto, que, incluso tratándose de un monto menor, generó un costo en dinero y en evitar la construcción de un aeropuerto de primera línea que urgía y que nos dejó fuera de la jugada internacional. Se trata de más de 400 reportes de irregularidades en programas de bienestar social y señalamientos a paraestatales y el 70 por ciento de estos reportes involucra a los gobiernos de MORENA, gobiernos que prometieron un combate frontal a la corrupción. Ya se vio que no.