El proyecto del Tren Maya sigue, pero preocupando

Para finales de 2021, el proyecto del Tren Maya ya llevaba un retraso de al menos 5 meses debido a su mala planeación. Esto según estimaciones propias del Fondo Nacional del Fomento al Turismo (Fonatur).

Actualmente, ante la constante inconformidad y preocupación de múltiples ambientalistas y especialistas en diversas áreas —antropología y economía, por mencionar dos—, este proyecto ha ido perdiendo su chispa.

Cada amparo que se ha levantado para proteger el patrimonio natural y arqueológico de esta rica zona del sureste mexicano parece ir retrasando más y más esta obra emblemática de la administración obradorista. Algo que, sin duda alguna, empieza a mostrar la desesperación del presidente.

La descalificación, como muchas y muchos lo sabemos, es clave dentro de la conocida línea discursiva del mandatario federal. Por ello, este recurso no podía hacerse extrañar dentro su más reciente mañanera, al tratar este incómodo tema para él:

"No hay amparos presentados por afectados en este tramo (...) ¿No se les hace raro que no haya amparos de ejidatarios, de propietarios, sino que el amparo es de supuestos, porque no me consta, ambientalistas, que de repente surgen?".

El Tren Maya va, pero por la vía menos indicada

A tal punto ha llegado el macuspano que busca nuevamente respaldar sus decisiones en la supuesta opinión de, como él lo denomina, el pueblo sabio. 

En esta ocasión, el valioso conocimiento de la gente del campo dista del grado de especialización requerida para la realización de un proyecto como el del Tren Maya.

No conforme con esto, ahora el presidente pretende también reunirse con artistas: gente especializada en el rubro de las artes, cuya opinión y popularidad solo han amplificado la voz de los verdaderos especialistas con quienes el presidente no está llegando a ningún tipo de acercamiento.

¿Que no queremos el proyecto del Tren Maya? En el punto actual, lo importante es que, lo queramos o no, tengamos la seguridad de que estará bien hecho.