Ha habido despilfarradores, ladrones, pero, usted tiene una característica que, creo que en mucho tiempo ningún presidente había tenido, es usted soberbiamente cruel
Hace dos años comenzó el calvario para los pacientes con cáncer. Conseguir un tratamiento de quimioterapia para niños y adultos, es toda una odisea.
Durante ese tiempo, los enfermos han recorrido un duro viaje, otros, ni siquiera lo han logrado y se han quedado en el camino, dice el presidente de la asociación civil Nariz Roja, Alejandro Barbosa, quien una vez más reprochó al presidente de México su falta de empatía para afrontar este grave problema.
“Ha habido soberbios, ha habido despilfarradores, ha habido ladrones, pero, usted tiene una característica que, creo que, en mucho tiempo ningún presidente había tenido, es usted cruel, soberbiamente cruel, malditamente cruel, eso es lo que es usted”, dijo el presidente de la asociación civil.
Las redes sociales de Nariz Roja han sido una ventana para hacer llegar las peticiones a López Obrador y a todo su gabinete. Bajo el slogan: “No hay quimio. Nos están matando”, han emprendido una lucha para conseguir ayuda que llega a cuentagotas, no por parte del gobierno federal, por supuesto, aunque es éste el principal responsable del abasto de medicinas. Este apoyo ha sido de asociaciones, gobiernos estatales y hasta personajes de la sociedad civil, quienes se han mostrado sensibles y se han sumado a la causa.
Con los donativos recibidos, Nariz Roja apoya a los pacientes a comprar sus tratamientos, pero esto nunca será suficiente. Una razón más para estar “hasta la madre” del presidente, dice Alejandro Barbosa, “jodido sistema que tuvimos ahora, ningún cambio, ninguna transformación. Son unos ladrones, son unos genocidas, eso es lo que son”, sentenció.
Hasta hoy, en el Seguro Social no hay quimios, no hay medicinas básicas, no hay una esperanza de vida para miles de personas que agonizan y que ruegan por algo que es su derecho: la salud y una vida digna.
¿Falta de recursos? No, pues apenas ayer se anunció la compra de una refinería en Estados Unidos. ¿Falta de empatía, indiferencia? Eso es seguro, pues ni las marchas, ni las súplicas de las madres desesperadas por recibir un tratamiento para salvar a sus hijos han “ablandado” el corazón del presidente.
La clave para ser un gobernante no es solo ser incorruptible, como tanto alardea, el señor presidente; tampoco es culpar y criticar a sus adversarios en los discursos de todas las mañanas. Los mexicanos votaron por un mandatario que sea sensible, humilde, libre de soberbia. Un líder que apoye a su pueblo y no que lo mande “al carajo” cuando menos le convenga y “el agua” no corra a su favor.
