Oposición a corruptos

Del lado izquierdo nos reunimos los librepensadores, los liberales que estamos en contra a los grandes intereses económicos, los que estamos en contra de los poquitos que dominan las decisiones de los más débiles o desprotegidos

 

La izquierda es la oposición a los corruptos, es el rechazo a las mafias; también es el equilibrio, es el espacio de los librepensadores, expresa, Bruno, el más joven de la familia Bichir Nájera.


Las manifestaciones artísticas son subversivas por naturaleza. Desde que el hombre comprendió que el arte no solo sirve para embellecer, generó discursos más conscientes acerca de su contexto.


El discurso o la expresión personal de cada artista son la semilla de una ideología particular, es la influencia del entorno donde se crea la que marca la pauta para la transformación. Las formas artísticas son mecanismo que generan acción.


El arte vive y se alimenta de las formas sociales, se nutre de eso, cataliza y crea nuevas formas de pensamiento, integra ideas, conocimientos y rebeliones: el arte no solo es belleza, también es política.


La transformación social a través del arte.


Bruno Bichir nació en la Ciudad de México en octubre de 1967: “Mi mamá es actriz y mi papá es director de teatro, desde que nacimos mis hermanos y yo estamos con ellos en todos los procesos creativos de las artes escénicas a los que ellos se han enfrentado”.

La gran pasión de Bruno por el teatro es públicamente conocida. Ha hecho largas temporadas teatrales en diversas obras e incluso ha compartido escenario más de una vez con sus hermanos. Sus padres han sido importantes promotores y defensores de este antiguo arte. Se dice que el teatro es efímero, pero la catarsis que genera en el espectador es permanente.


Su primer contacto con el arte fue a través del teatro, él lo considera mágico, místico, un ritual. Es una experiencia espiritual que funciona para comunicarse con los demás, pero sobre todo nos dice quiénes somos y nos permite hacernos preguntas, “es lo más parecido al amor y a la magia”, comenta el actor.


“El arte nos hace humanos”, la expresión artística es la que nos hace trascender y reflexionar, nos hace incluyentes, abrimos panoramas y espectros: “La catarsis que provoca el arte nos permite hacer cosas maravillosas, tiene la capacidad de vincularnos a todos, por eso todos cantamos, hacemos poemas, dibujamos, por eso amamos. El arte intenta darle sentido al caos y crea belleza a partir de eso”. La armonía del caos es contradictoria, pero también es posible.


El arte y la política


La función personal de Bruno es ‘ser humano’. Busca constantemente estar consciente y trascender a través del arte. Como parte de su función, el principal eje de acción que elige es el teatro: “el teatro es la definición de efímero, pero no deja de ser trascendente por eso”.


Cuestionar y ser crítico es importante para transformar, de ahí que la función de Bruno, el artista, sea fundamental en la política.


“Mis padres son de izquierda, siempre han sido combativos, han estado en las luchas sociales y culturales y buscan la justicia y los derechos de los habitantes de este País, así que mi espíritu político siempre ha estado ahí”.
En un país como México es importante tener una identidad política. Las decisiones que tomamos como ciudadanos nos afectan a todos. La desinformación o mala comprensión de algunas ideas nos confunden y limitan en nuestro crecimiento como sociedad.


El más joven de la familia Bichir Nájera, considera que la idea generalizada de la izquierda en México es vaga y desinformada: “La gente cree que la izquierda promueve que todos seamos pobres, para mí la izquierda promueve que todos seamos ricos, sin distinciones”.


En palabras del actor, la izquierda representa la oposición a los poderosos y a los corruptos, es el rechazo a los contubernios, a las mafias, a la desigualdad, al autoritarismo, a la violencia, a muchas cosas negativas que afectan a la humanidad.


“El planeta gira a la izquierda y es lógico, eso representa un equilibrio universal. En la izquierda nos reunimos los librepensadores, los liberales que estamos en contra a los grandes intereses económicos, los que estamos en contra de los poquitos que dominan las decisiones de los más débiles o desprotegidos, de los obreros, de los niños, las mujeres, los que defienden a los animales. El arte también gira a la izquierda. El arte por antonomasia gira a la izquierda, aunque existan artistas que están del lado derecho, el arte es de izquierda”, comenta Bichir.


“Los somos seres humanos somos sexuales, políticos y sociales, es en ese vínculo de esas tres partes donde surgen cosas como el arte, la economía, la agricultura”.


En México es sencillo identificar la opresión. Las anomalías son visibles, las problemáticas se conocen y se identifican día a día. “Hemos tenido guerras de independencia, revueltas de revolución, hemos tenido hombres y mujeres en puestos claves de las dirigencias del País que han permitido un progreso y gracias a ellos este sigue siendo un hermoso País, pero es ridículo que México sea extraordinariamente rico y sus habitantes sean extraordinariamente pobres”.


Bruno, Constituyente.


Una de las tareas a las que Bichir está enfocado en este momento es su participación en la generación y creación de la nueva Carta Magna de la Ciudad de México. Este importante proceso histórico permitirá que la capital cuente con una nueva constitución creada por ciudadanos y ciudadanas de variados entornos sociales, culturales y políticos.
La idea de crear una ciudad diferente a través de una nueva constitución es abrumadora, pero también permite vislumbrar un nuevo futuro hecho para todos.


“No pretendo ser figura pública para influenciar, yo no quiero convencer a nadie, no quiero influenciar a nadie, quiero dialogar, abrir los ojos de los que los tengan cerrados, quiero informar, sensibilizar. Tengo mucho que caminar, trabajar, investigar, quiero hacer un buen trabajo en mi tarea como Constituyente”.


El trabajo político en el que Bruno cree es incluyente, progresista, social. Esta labor lo lleva a tener constante contacto con líderes y organismos de todo tipo. La política no solo está hecha de políticos, también está hecha de organizaciones sociales independientes, líderes ciudadanos, ciudadanos sin representación.
Bruno, el ciudadano.


El sentir político de Bruno Bichir es algo que lleva en la sangre y que lo obliga a ver más allá de su sentir artístico. El actor considera fundamental prepararse a nivel intelectual para caminar con los pies firmes desde sus obligaciones como ciudadano y sus convicciones políticas.


Bruno no pertenece a ningún partido político, pero si está seguro de que su visión del mundo y la política son importantes para contribuir a mejorar nuestro País.


“Soy figura pública, pero no pretendo influenciar a nadie, yo no quiero convencer a nadie, no quiero influenciar a nadie, quiero dialogar, quiero consensar, abrir los ojos de los que los tengan cerrados, quiero informar, sensibilizar. Tengo mucho que caminar, trabajar, investigar, quiero hacer un buen trabajo en mi tarea como ciudadano”.


El pensamiento político en el que Bruno cree es incluyente, progresista, social. Esta idea a llevado al actor a tratar de cerca con líderes y organismos de todo tipo. La política no solo está hecha de políticos, también está hecha de organizaciones sociales independientes, líderes ciudadanos, ciudadanos sin representación y a Bruno le interesa formar parte de eso.


“Somos muchos los que queremos un mejor país”, concluye el actor.