Sigue a Juan Rulfo

¿Estás listo para adentrarte en los pasos de Rulfo?

Si eres fan de la obra de Juan Rulfo, te preparamos un recorrido por los pueblos en donde nació y vivió el escritor, a 104 años de su nacimiento.

 

Sayula

 

Según los documentos oficiales, Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno nació en Sayula el 16 de mayo de 1917, a las 5:00 horas, en la calle Francisco I. Madero número 32.

 

Este lugar se encuentra a 113 kilómetros de Guadalajara, alrededor de 1 hora y media en automóvil, y puedes visitar la Casa de la Cultura, que lleva el nombre del autor jalisciense, y museos.

 

Además, puedes ir a un recorrido por una fábrica de cajeta y una de cuchillos, visitar la Iglesia, que tiene un museo de arte sacro, y conocer cómo se hace el ponche y el rompope.

 

San Gabriel

 

Algunos estudiosos de su vida aseguran que en este lugar vivió sus primeros años y se zambulló en la lectura de múltiples obras que formaban parte de la biblioteca de su abuelo.

 

En San Gabriel, además de admirar el paisaje, que tiene un aire rulfiano, puedes ir a la casa de Juan Rulfo, visitar el Puente Viejo, el Puente Montenegro, los murales de la presidencia, haciendas y la parroquia en donde se encuentra la imagen del Cristo de la Misericordia.

 

Apulco

 

Juan Rulfo siempre fue un hombre enigmático, que constantemente cambiaba la información sobre el lugar en donde nació e, incluso, la fecha. Así, en algunas ocasiones mencionó que su nacimiento se dio en Apulco.

 

Aquí, se encuentra la Hacienda de la Media Luna, que era propiedad de su abuelo materno, la cual puedes visitar, ya que aún existe el casco, y ya que estás ahí no te puedes perder un recorrido por el monasterio y la basílica de este lugar.

 

Tuxcacuesco

 

Muchos estudiosos aseguran que este lugar es, en realidad, la Comala de su libro Pedro Páramo. Y es que la icónica frase de este libro apareció por primera vez en la revista Letras Patrias, pero así: “Vine a Tuxcacuesco porque me dijeron que aquí vivía mi padre, un tal Pedro Páramo”.

 

Sin embargo, cuando el libro se publicó, la frase fue esta: “Vine a Comala porque me dijeron que aquí vivía mi padre, un tal Pedro Páramo”.

 

Si decides ir aquí, además de admirar el paisaje rulfiano, podrás visitar el río, la iglesia y el convento, así como degustar dulces de tamarindo y cacahuate.

 

¿Estás listo para adentrarte en los pasos de Rulfo?