El cambio climático impacta en el acceso a los alimentos

El acceso a una alimentación adecuada es cada vez más costosa y este fenómeno está directamente relacionado con la crisis climática.

Nadie está exento del cambio climático, es una problemática que ya está afectando a todo el planeta y entre todas sus consecuencias está la falta de alimentos. Hay localidades en condiciones de pobreza extrema que tienen poco acceso a una alimentación adecuada, pues los alimentos son caros y los agricultores son pobres.

 

Está problemática pone en vulnerabilidad ambiental y económica y detiene el crecimiento de la población. La doctora Izarelly Rosillo Pantoja, consultora internacional, ha sugerido a las autoridades de México un cambio en las políticas públicas y crear un fondo de recuperación verde con el fin de frenar las consecuencias del cambio climático.

 

La doctora explicó que la crisis climática también impacta en el acceso a las materias primas que se requieren para la fabricación de diversos productos. Señaló que las sequías e inundaciones provocan poca seguridad alimentaria y también para los mecanismos de producción.

 

En otras palabras, los cultivos básicos disminuyen a causa del calentamiento global y esto podría empeorar en las próximas décadas, pues será cada vez más difícil producir alimentos y seguir el ritmo de la creciente población mundial.

 

Según un informe de Chatham House, para el 2050 los cultivos básicos podrían disminuir en casi un tercio si no se reducen drásticamente las emisiones de CO2 en las próximas décadas en todo el planeta. El mismo documento dice que los agricultores necesitarán producir 50 % más alimentos para satisfacer la demanda global.

 

Ojo, la sequía y los cambios en los ecosistemas también provocan que haya menos territorio fértil para cultivar, algo que hará que se dejen de producir los principales alimentos como el trigo, la soja, el arroz y el maíz. Si te ha pasado que vas al súper y te das cuenta que cada vez es más alto el precio, bueno, esta es la razón. Ahora nos queda pensar: ¿qué estamos haciendo desde casa para detener la crisis climática?