Ponche de frutas: La historia de la bebida navideña

Descubre el verdadero origen de la bebida favorita de las fiestas decembrinas en México.

El ponche de frutas o también llamado ponche navideño se ha convertido en la bebida típica de nuestro país durante estas fechas por el delicioso aroma y dulce sabor que lo caracterizan. 

Por este motivo, no podemos imaginar una posada, cena navideña o festejo de Año Nuevo sin beber una o varias tazas de ponche de frutas calientito, mientras disfrutamos de la compañía de nuestros seres queridos.

Historia del ponche de frutas

Actualmente, existen más de 100 recetas de ponche alrededor del mundo con distintos ingredientes, que se pueden beber calientes, fríos, con o sin alcohol. Sin embargo, se dice que esta bebida proviene del Medio Oriente, donde los antiguos persas consumían una bebida llamada panch o pac, que significa “cinco” y hace referencia al número de ingredientes con los que originalmente se preparaba: aguardiente de vino de palma, azúcar, agua, limón y té.

Posteriormente, se introdujo a Europa, donde se le dio a conocer como punch (en Inglaterra) y, con el tiempo, se le denominó ponche en España. Su llegada a México fue en la época colonial y se adaptó con el uso de frutas de temporada.

Preparación del ponche

La forma de preparación es variada dependiendo la región del país y los gustos de cada persona; los ingredientes que predominan son manzana, guayaba, jamaica, tamarindo, ciruelas pasas, piña, tejocotes, caña y otros, además de que se sustituye el azúcar por el piloncillo para endulzarlo.

El ponche de frutas no solo es una deliciosa bebida, sino que también posee beneficios para la salud, pues aporta vitaminas A, B, C y E, que ayudan a mejorar las defensas y a prevenir enfermedades respiratorias como la gripe, tos o la influenza estacional; contiene zinc, calcio, potasio, magnesio, antioxidantes y fibra, por lo que contribuye a una buena digestión y evita la inflamación del intestino