Las tortugas marinas lora llegan a medir 65 cm y pesar hasta 49 kg, se encuentran en peligro de extinción, pero ahora tienen un nuevo protector: Solovino.
En la playa Miramar de Ciudad Madero, Tamaulipas, ha surgido un nuevo héroe: un perrito llamado Solovino que tiene como pasatiempo favorito ayudar y proteger a las tortugas marinas lora, muy características de la región.
Este peludito es una estrella en ascenso en redes sociales, en su cuenta de Instagram ya lo siguen más de cuatro mil personas y varios medios han escrito sobre su curiosa fascinación. Solovino se está robando los corazones de miles de personas con su historia.
Solovino era un perro sin hogar que deambulaba en Miramar, su humana lo vio en repetidas ocasiones y, poco antes del inicio de la pandemia, decidió adoptarlo. En cuanto las restricciones sanitarias se relajaron, visitaron la playa nuevamente y fue cuando su dueña descubrió el amor del lomito por la naturaleza.
Su dueña lo lleva con frecuencia a visitar a las tortugas, sobre todo en las fechas de anidación y liberación. En una ocasión, siguiendo huellitas encontraron una cría de tortuga atorada en un hoyo de cangrejo, Solovino la tomó delicadamente con su hocico, la ayudó a salir y después le dio empujoncitos para dirigirla al mar.
La nobleza y simpatía de Solovino hacia las tortugas lora demuestra que la interacción entre especies se puede dar de forma desinteresada y con amor. Este peludito se ha convertido en un ejemplo para los humanos y nos motiva a seguir ayudando y protegiendo a los animales sin esperar nada a cambio.
TORTUGAS MARINAS LORA
Según la Semarnat, México cuenta con una gran biodiversidad, tan grande que se estima que el 12 % de las especies en el planeta habitan y comparten espacio en el territorio mexicano.
Las tortugas lora son una especie en peligro de extinción, aproximadamente el 90 % de su anidación ocurre en Tamaulipas y el resto de su ciclo de vida es en el Golfo de México y sureste de Estados Unidos.
Es la más pequeña de todas las tortugas marinas que existen, se caracteriza porque su caparazón es casi tan ancho como largo y va cambiando de tonalidad según la etapa de vida de la tortuga hasta llegar a un color gris olivo en la parte superior y un blanco cremoso en la concha inferior.
Su anidación ocurre en los meses de junio y abril, es masiva y sincronizada, un fenómeno llamado “arribada”, y en comparación con otras tortugas marinas, las loritas anidan durante el día. Un espectáculo muy bonito para los locales y turistas de Tamaulipas.
Es una especie única que se distingue en muchas cosas de sus parientes reptiles y podemos decir con mucho orgullo que es la tortuga mexicana. Sigamos admirándolas y protegiéndolas como lo hace el lomito Solovino para lograr su conservación.
